En mi experiencia, no considero que el seguro sea la solución absoluta al problema, y en parte el error que muchas veces se comete es empezar buscando una póliza de esta naturaleza, cuando no han sido adoptados los controles y medidas mínimas de ciberseguridad. El seguro es parte de una solución que debe ser integral, pero tiene que ser la consecuencia de una adecuada y apropiada estrategia de ciberseguridad.
En Latinoamérica hemos encontrado grandes falencias en cuanto a los controles y las seguridades cibernéticas de las empresas, no en una industria específica, la escasa madurez cibernética de nuestro continente, hasta donde hemos podido ver no discrimina industria, al igual que los riesgos cibernéticos, tampoco tienen industrias de preferencia y considero que es el primer punto que se debe abarcar.
Hace años se consideraba que las empresas del sector financiero eran las más sensibles de sufrir un ataque o ser víctimas de cualquier ciber riesgo, en principio por la gran cantidad de datos que manejan y la poca especialización en ciberseguridades que se encontraba.
No obstante, los años nos han demostrado que las vulnerabilidades no solo están en los datos, que, si bien son muy importantes, existen otras debilidades que en mi concepto se evidenciaron gracias a la pandemia, y es la alta dependencia que las empresas de todos los sectores tienen de los sistemas y las redes. Por ende, tenemos que ir más allá de la industria o actividad de la compañía, si ésta maneja datos y trabaja a través de sistemas, es vulnerable.
Por más completo que el seguro pueda ser (dependiendo de un adecuado proceso de suscripción y colocación), no es la única solución al problema, y debe evolucionar la forma en la que muchas empresas lo identifican. El seguro es un apoyo al momento de sufrir un impacto severo como consecuencia de un evento, pero el ideal es que las empresas que lo toman, o pretenden tomarlo, hagan todo lo diligentemente posible para evitar la ocurrencia del evento.
Los diferentes eventos que surgieron como consecuencia de la pandemia; por ejemplo, el incremento significativo en casos de ransomware han llevado a que el mercado asegurador y reasegurador se especialice mucho más en la materia.
Ahora los suscriptores encargados del análisis de riesgo de las empresas que buscan ser aseguradas son mucho más técnicos y realizan un proceso de suscripción más detallado y minucioso. Incluso algunos mercados se apoyan en empresas expertas en ciberseguridad para que analicen en detalle a los futuros asegurados.