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Habilidades de dirección de proyectos, una prioridad en la educación temprana

Con las habilidades adecuadas de dirección de proyectos, los estudiantes tendrán el conocimiento y la confianza para planificar y ser dueños de su trabajo, apunta Ricardo Triana.
jue 09 diciembre 2021 11:59 PM
Redefinición organización con la gente
Si queremos equipar a la próxima generación de agentes de cambio, es fundamental priorizar la dirección de proyectos en las escuelas. Estas son habilidades que servirán a cualquier individuo de por vida y le ayudará a transformar sus ideas en realidad, considera Ricardo Triana.

(Expansión) - Los proyectos son la principal forma en que convertimos las ideas en realidad. Por esto nuestro reto como sociedad es asegurarnos de que las generaciones futuras tengan las habilidades y recursos necesarios para enfrentar sus retos, convertir problemas en oportunidades y soluciones, y de este modo ser el motor impulsor de sus comunidades.

Esto lo logramos al enfocarnos en la importancia de que los niños y jóvenes en edad escolar sientan un sentido de independencia y pertenencia en lo que respecta a su educación.

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Tomemos como ejemplo los datos de la evaluación de la plataforma i-Ready analizados por McKinsey & Company. Los resultados revelan que “los estudiantes en este estudio aprendieron virtualmente solo el 67% de las matemáticas y el 87% de la lectura que estudiantes de su mismo nivel de grado normalmente habrían aprendido en el otoño de 2020”.

Según las estimaciones de McKinsey & Company, esto equivale a un potencial de 3 meses de pérdida de aprendizaje en matemáticas y 1.5 mes de pérdida de aprendizaje en lectura.

Si bien podemos atribuir varios factores a estas estadísticas, el hecho es que los estudiantes se beneficiarían de la enseñanza y la aplicación de habilidades de dirección de proyectos en sus estudios para iniciar, planificar, ejecutar, monitorear y concluir las etapas durante aprendizaje.

En pocas palabras, los estudiantes son nuestro futuro. La realidad actual nos demuestra que se necesitan destrezas muchos más allá que las académicas para poder darle cara a un mundo cambiante.

Si queremos equipar a la próxima generación de agentes de cambio, es fundamental priorizar la dirección de proyectos en las escuelas. Estas son habilidades que servirán a cualquier individuo de por vida y le ayudará a transformar sus ideas en realidad.

Inicialmente me desempeñé como profesor porque creo en el impacto de una pedagogía estratégica e innovadora. Es así como he tenido la oportunidad de trabajar con jóvenes y para jóvenes, apoyándolos en su camino hacia el éxito incorporando habilidades de dirección de proyectos en su vida diaria. Ahora bien, ¿y si esta fuera la norma en las escuelas de todo el mundo? ¿Qué pasaría si proporcionáramos a los maestros, líderes escolares y redactores de currículos académicos las herramientas y el conocimiento que necesitan para guiar a los estudiantes para lograr un cambio real en sus vidas profesionales y personales?

Estoy convencido de que los jóvenes que aprenden habilidades en dirección de proyectos están mejor equipados para convertirse en los líderes que el mundo necesita. No es ningún secreto que los líderes más exitosos y empáticos tienen conocimiento y experiencia en la dirección de proyectos y equipos, por lo que hacer de esto una prioridad en la educación puede hacer que estas habilidades sean una segunda naturaleza en el momento en que se implementen en un entorno profesional.

Por otro lado, si bien la gestión de proyectos se centra en el equipo, también enseña independencia. Una dificultad importante en el aprendizaje en línea durante la pandemia ha sido que los estudiantes aprendan a adaptarse a su carga de trabajo y asignaciones sin un maestro. Ya sea preparando los componentes básicos para escribir un trabajo de investigación o trabajando en un proyecto virtual con un compañero, los estudiantes se vieron obligados a navegar por estas aguas inexploradas en un abrir y cerrar de ojos.

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Con las habilidades adecuadas de dirección de proyectos, como un aspecto crucial de su educación, los estudiantes tendrán el conocimiento y la confianza para planificar y ser dueños de su trabajo y tendrán un sentido de independencia en sus estudios. Sabrán qué hacer cuando las cosas no salgan según lo planeado, para administrar y mitigar los riesgos.

Estas habilidades de poder como la empatía, la comunicación, la colaboración y el pensamiento crítico mejoran la capacidad de un estudiante para efectuar cambios y se ha demostrado que realmente pueden cambiar vidas. Es un efecto dominó: a medida que los estudiantes comienzan a perfeccionar estas habilidades, estas se transfieren a aquellos en su entorno.

Con el auge del aprendizaje basado en proyectos, solo tiene sentido que enseñemos a los estudiantes cómo iniciar, planificar, ejecutar, mitigar y finalizar porque todos los buenos proyectos comienzan con una gran idea, pero convertir una idea en algo tangible y factible es un desafío y requiere habilidades básicas de dirección de proyectos.

Otro de los beneficios en las escuelas que operan bajo el aprendizaje basado en proyectos es que facilita la comunidad, al igual que vemos en la industria de la dirección de proyectos. Permitir a los estudiantes el espacio para crecer en términos de trabajar con otros, solucionar problemas juntos y crecer como una unidad a través de una visión compartida son beneficios necesarios para promover el cambio que deseamos ver en las escuelas y más allá.

Nota del editor: Ricardo Triana es Managing Director de PMI en América Latina. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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