Basándonos en la definición de “creador”, este es una persona que crea, produce, establece, inventa, funda, instaura y establece en algo, por lo tanto, un creador de contenido puede ser cualquier persona con una cuenta en Instagram, YouTube, TikTok e incluso diversos especialistas en el tema.
Es ahí donde entra uno de los verdaderos retos como creador profesional de contenido, distinguirse de cualquier otro amateur que logró un gran número de seguidores a través de un video viral. Asimismo, para muchos aún sigue siendo confuso nuestro papel como profesionales del ambiente digital.
De acuerdo con datos de Signal Fire Technology, empresa China de alta tecnología, especializada en investigación y desarrollo, hasta octubre del año pasado, a nivel mundial existían 50 millones de creadores de contenido en redes sociales de los cuales solo 2 millones de ellos se podrían considerar profesionales.
Por ello, en este mundo interconectado, los retos de las empresas y marcas ya no sólo están en la sostenibilidad del negocio, pues ya desde hace algunos años se agregan retos como el del marketing digital que, a su vez trae desafíos de tiempo, dinero y creatividad. Con la pandemia los retos y posibilidades aumentaron. Ahora hay tal cantidad de contenidos en la red, que todos compiten por ser vistos por el mayor número de personas, y no sólo eso, que generen “engagement”.
De ahí la importancia de pensar, planear y elegir profesionales calificados y experimentados que den vida y mantengan las redes sociales de acuerdo a los intereses no sólo de cada marca, sino también de sus seguidores, quienes toman el papel más importante.
La diferencia de elegir un profesional y un amateur del mundo digital impactará directamente en la calidad de los contenidos, punto importante cuando se busca que el contenido sea de valor para construir audiencias propias, comprometidas con lo que hacen las marcas.