Anteriormente, algunos elementos que cubren el espectro de ASG fueron considerados como opcionales. Sin embargo, hoy, el enfoque es totalmente holístico y los ubica al centro de la estrategia de negocio para lograr una mayor rentabilidad y competitividad.
Gracias a este cambio se está eliminando la miopía existente al adoptarse una visión de largo plazo que va más allá de una tendencia, y que en su lugar responde a los desafíos globales y a las metas de cada empresa en lo individual.
Una mejor práctica internacional que cada día se fortalece y que recomienda BID Invest es que, además de que las empresas reporten anualmente sobre los aspectos ASG, también es necesario llevar a cabo un análisis de materialidad que sirva como base para establecer la estrategia ASG de la empresa, y con ello medir los avances en temas concretos.
Este enfoque representa una revisión de fondo que ayuda a la empresa a definir qué variables son relevantes para los diferentes grupos de interés (stakeholders), y así establecer métricas y guiar en el tiempo el impacto de las operaciones de la empresa en el planeta y en la sociedad, alineado a la estrategia de negocios. Es justamente el análisis de materialidad que establecerá el mapa de ruta de prioridades de la empresa en materia de ASG.
En este sentido, los reportes anuales de sostenibilidad - los cuales deben basarse en el análisis de materialidad realizado - se han convertido en otra práctica internacional común. En 2020, el 96% de las 250 empresas más grandes del mundo presentaron sus reportes cuando en 1999, sólo el 35% lo hicieron. Claramente, el mundo está avanzando en la dirección correcta.
No obstante, en México todavía se vive un rezago importante. Una publicación del Consejo Consultivo de Finanzas Verdes (CCFV) en noviembre del año pasado, reveló que el 42% de las empresas que cotizan en bolsa no publicó reportes anuales de sostenibilidad y tan solo el 28% cuenta con una estrategia de ASG. El mismo estudio muestra que de las empresas que presentaron reportes entre 2015 y 2019, ninguna estableció indicadores específicos para dar seguimiento a la inversión destinada a cada uno de los proyectos incluidos en sus informes.