A nivel micro afectará el desempeño económico de las empresas a lo largo de toda la cadena de valor, causando cambios en costos, ingresos y en algunos casos pérdidas. A nivel macro tendrá consecuencias como depreciación del capital, cambios de precios, afectaciones en productividad y fricciones en el mercado laboral.
El sistema financiero mundial en general salió bien librado de la crisis económica causada por la pandemia, pero tiene ciertas vulnerabilidades. No debemos interpretar la resiliencia a esta crisis como que el sistema resistirá cualquier crisis. Hay que entender que el impacto económico por la crisis de cambio climático y de pérdida de diversidad será distinto: gradual, profundo y permanente. Afectará de manera estructural a distintas regiones y ramas de la actividad económica.
El sistema financiero tiene que actuar previendo esta situación. Si no lo hace se pueden generar las condiciones para tener un problema sistémico en el futuro.
Para el sector financiero, el impacto de los riesgos asociados al cambio climático y la pérdida de naturaleza pueden materializarse a través de los riesgos tradicionales a los que se enfrenta el sector. Por ejemplo, riesgos físicos que afecten al sector real se pueden transmitir en riesgo de crédito, operacional y de mercado al sector financiero.
Por lo anterior, se vuelve necesario evaluar e integrar los riesgos climáticos y de pérdida de biodiversidad dentro del conjunto de riesgos que pueden afectar al sector financiero. La preocupación es compartida tanto por las entidades que forman parte del sector financiero como por reguladores y supervisores.
Por su función fiduciaria ante ahorradores e inversionistas, los intermediarios financieros tienen la responsabilidad de conocer, mitigar y manejar los riesgos financieros que el cambio climático y la pérdida de la naturaleza traen consigo. Esto, debido a que pueden afectar de manera importante la dinámica de negocios, rentabilidad y capacidad de pago de sus acreditados.
El sector financiero también será parte de esta transformación. Por el rol como intermediario entre el ahorro y la inversión, puede facilitar la canalización de fondos hacia actividades que contribuyan a la transición.
Para el sistema financiero, el cambio climático representa también un área de oportunidad, ya que hay que financiar iniciativas con un objetivo de desarrollo sostenible. Esto puede contribuir la reasignación de capital hacia activos neutros en carbono y facilitar nuevas fuentes de financiamiento.
Las instituciones financieras avanzan cada vez más en la exploración de los tipos y el alcance que tienen las metodologías y herramientas institucionales para la evaluación y el manejo de riesgos en sus inversiones, actividades crediticias y administración de sus carteras.