Los grandes episodios anteriores de progreso tecnológico, como la Segunda, Tercera y Cuarta Revolución Industrial, fueron seguidos por un retraso sorprendentemente prolongado en las ganancias de productividad.
Esto se puede deber a que la productividad tiene una reacción tardía después de un gran cambio tecnológico dado que las nuevas tecnologías siempre implican cambios de hábitos en la sociedad, de adopción de nuevas formas de trabajo, de comunicación, entre otros, que impactan directamente a los métodos de enseñanza y aprendizaje.
No obstante, los principales cambios tecnológicos que se han producido en los últimos años todavía no han sido entendidos de manera completa y esto se puede deber principalmente a un período de ajuste de productividad estancada, ese lapso antes de que la economía opere en todo su potencial. Cuando estos periodos de ajuste finalizan, la productividad y las ganancias alcanzan su máximo.
Actualmente, estamos en un periodo de este tipo, en el que aún con la adopción de robots industriales y de inteligencia artificial, la economía no opera en todo su potencial. Sucede lo mismo con los cambios en la demanda de competencias y habilidades en las etapas de producción y acumulación de capital organizacional. Hoy estamos en un periodo de ajuste que requiere que todos se reorganicen.
Ante esto surge la pregunta, ¿cómo transformar y reorganizar las estructuras educativas y productivas e incrementar el know-how o conocimientos en la era del uso masivo de robots e inteligencia artificial?
En el sector educativo este modelo se explica con el cambio en la demanda agregada de habilidades y competencias en alumnos, personal académico y directivos y la adopción de nuevos procesos de enseñanza y aprendizaje que proporcionan las primeras evidencias de reorganización educacional.
Actualmente, parte de este proceso se explica con la aplicación de la enseñanza a distancia de manera virtual y la automatización de los procesos de evaluación en línea con proctorings vía remota, en ambos casos integrando el uso de la inteligencia artificial.
En los mercados laborales, pasa similar, la adopción masiva de robots industriales y la adopción de nuevas tecnologías deja atrás la producción de capital humano, lo cual establece una reorganización laboral y consecuencias para el capital organizacional asociado con robots.
Por lo tanto, esta adopción, induce un periodo de ajuste para que las empresas se reorganicen o acumulen capital organizacional para volver a optimizar su línea de producción dada la nueva tecnología, lo que explica la aparición tardía de las ganancias de productividad.
Al combinar ambos escenarios, educación-trabajo, se proporciona evidencia sobre el nuevo establecimiento organizacional educativo y laboral; y las consecuencias para el capital productivo.
Para esto se requiere que las organizaciones (escuelas y empresas) pasen por un proceso de experimentación de adopción de nuevas tecnologías para aprender la nueva distribución óptima de sus recursos.