Este escenario de transformación y aumento de consumo digital detonó la necesidad de generar nuevos centros para el procesamiento de toda esta información y demanda de datos. Por ello en América Latina, y particularmente en México con gran fuerza, estamos presenciando un fenómeno sobre el cual vale la pena reflexionar: el boom de los data centers.
Las cifras de expansión de este sector en América Latina son incluso mucho más altas que las que presentan otras regiones del mundo, como Europa. Los Data Centers (DCs) están más solicitados que nunca y los inversores en real estate lo saben. Grandes corporativos ya amplían su presencia en México a través de la implementación de este tipo de infraestructura tecnológica.
De acuerdo con datos de JLL, se estima un incremento de al menos a doble dígito por año en este sector y se prevé que el mercado de los Data Centers crezca año tras año al menos por los próximos cinco años.
México se posiciona como uno de los países más atractivos para invertir en el desarrollo de Data Centers por varias razones: la primera es la regionalización, pues existe una tendencia innegable con la realidad global, que es la de dar respuesta a la alta demanda de inmediatez en el manejo de información, y hacerlo desde un punto estratégico geográficamente, como México.
Por otra parte, la consolidación del home office y el trabajo híbrido en México, con toda la operatividad asociada a estas modalidades laborales, también están siendo un factor relevante para la creciente demanda de datos en el país. Otro factor a destacar es el aumento en el consumo de redes sociales. Según la firma de investigación GlobalWebIndex, México se encuentra entre los 10 países que más tiempo utilizan las redes sociales en el mundo (tendencia que se incrementó por la pandemia por COVID-19).