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Capacitación al conductor, clave en la prevención de accidentes viales

Tomar el volante es una responsabilidad enorme que aumenta según las características del vehículo (privado, de transporte de pasajeros, de mercancía, etc.), señala Jorge Alejandro Navarro Inostroza.
sáb 23 julio 2022 07:00 AM
Capacitación al conductor
Un beneficio de una buena capacitación es el rendimiento de combustible (40% del costo operativo), lo que impacta en términos económicos y medioambientales, usando menos diésel para recorrer los mismos kilómetros, considera Jorge Alejandro Navarro.

(Expansión) - En mayo de este año se publicó la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial que establece una serie de normas para prevenir accidentes sobre el asfalto. Entre los aspectos más relevantes está la aplicación del alcoholímetro en todos los estados del país, límites homologados de velocidad, así como la prohibición del uso del celular o cualquier dispositivo al operar un vehículo.

Sin embargo, gran parte de estas medidas de seguridad caen sobre un personaje esencial: el conductor . Así surge la interrogante sobre qué factores podrían intervenir para reducir los niveles de accidentabilidad en el país.

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Tomar el volante es una responsabilidad enorme que aumenta según las características del vehículo (privado, de transporte de pasajeros, de mercancía, etc.), además de ser un asunto en que hay vidas de por medio, incluidas las de los conductores.

De esta forma, los sistemas tecnológicos que producen los fabricantes de camiones y autobuses, hoy son aliados del conductor y este, a su vez, en un elemento fundamental de prevención de accidentes por lo que, resulta crucial capacitar a los conductores, de otra forma, carecerán de herramientas que sumen para tener un entorno más seguro en las carreteras y vialidades del país.

Al respecto, el último estudio del Instituto Mexicano del Transporte (MIT) midió que 70% de los accidentes carreteros se relacionan con el conductor. Mientras, la Alianza Nacional por la Seguridad Vial (ANASEVI) indica que hoy, la tasa de mortalidad vial es de 11 decesos por cada 100,000 habitantes, cifra que se ha reducido el doble los últimos 10 años, pero que sigue siendo inquietante si se miran las incidencias a nivel nacional, donde más de la mitad de los fallecimientos los acumulan nueve entidades: Jalisco, Guanajuato, Estado de México, Michoacán, Chihuahua, Ciudad de México, Sinaloa, Puebla y Nuevo León.

Es esencial que cada compañía detrás de flotas de transporte de mercancías o de pasajeros, dote a sus conductores de conocimiento y tecnologías para minimizar accidentes automotores, que dominen bien su uso y saquen el mayor provecho de la innovación en el sector. Para ello, es urgente seguir los siguientes puntos:

Cerciorarse de la experiencia del conductor

Comprobar datos básicos como mayoría de edad y verificar licencias correspondientes al vehículo a operar, no es ocioso. Además, conocer bien sobre si su experiencia es suficiente será clave para precisar cómo completar su preparación y qué tipo de instrucción ofrecerles. Esto privilegia su pronta y asertiva reacción durante algún percance vial.

Utilizar la tecnología y telemetría como aliadas

Verificar las formas de conducción a través de la tecnología que el transporte hoy día puede ofrecer. Por ejemplo, el control de velocidad dependiendo las zonas y la telemetría, que detecta puntos clave de la forma de conducir de los operadores que permite calificarlos con diversos parámetros; informa qué tan cuidadosos son para prevenir percances y es clave para limitar la velocidad del vehículo en áreas específicas marcadas en geocercas. Esta información servirá para darles retroalimentación e implementar mejores prácticas.

Otras herramientas muy útiles, son los simuladores activos, que acercan a los conductores a casos reales de conducción.

Brindar capacitación constante

Nadie debería de salir a carretera con un vehículo nuevo o que apenas conoce sin previa capacitación, pese a sus años de experiencia y conocimiento en diversos autobuses o camiones. Conocer previamente el vehículo a conducir evitará reacciones inesperadas en un siniestro, le facilitará asimilar la tecnología del tren motriz y el uso adecuado de las asistencias activas que posea el vehículo.

Un beneficio de una buena capacitación es el rendimiento de combustible (40% del costo operativo), lo que impacta positivamente en términos económicos y medioambientales, usando menos diésel para recorrer los mismos kilómetros.

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Monitorear el bienestar de operadores

Revisar la salud de los operadores es trascendental para una buena ejecución de su trabajo. A través de exámenes médicos constantes se prevén factores de riesgo a corto, mediano o largo plazo. También, se recomienda una severa política de cero tolerancia a los influjos de alguna sustancia.

Otra ventaja de la capacitación a operadores, además de las operativas y competitivas es el sentido preventivo y de carácter humano, pues cada año se corre el riesgo de perder 530 millones de pesos por las consecuencias fatales y no fatales de la seguridad vial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En conclusión, para cumplir a cabalidad con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial y evitar siniestros, es necesaria la colaboración entre empresarios dueños de flotillas, la industria de vehículos y del gobierno en turno, pero también es imprescindible que toda compañía con automotores sea asertiva ante nuevas tecnologías en el sector y políticas públicas.

Nota del editor: Jorge Alejandro Navarro Inostroza es Director Comercial y de Servicios de SCANIA Buses. Cuenta con más de 17 años de experiencia en el sector automotriz y es un ejecutivo enfocado al cliente. Síguelo en LinkedIn y/o escríbele a jorge.navarroinostroza@scania.com Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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