Supongo que han escuchado que entre mayor riesgo, mayor rendimiento; la mayoría de las veces esto se cumple, pero también hay que tener en cuenta el plazo en el que se quiere invertir, ya que esta frase casi siempre se cumple en un horizonte a largo plazo, pero hay que tener presente que en el corto plazo los activos pueden ser volátiles.
Por ejemplo, un portafolio de renta variable es probable que, si está indexado al S&P, presente un rendimiento positivo en 10 años, pero si comenzaste a invertir cerca del inicio de una crisis económica, como la de 2008 o incluso la provocada por el COVID-19, lo cual no se debe descartar ya que, aunque no es común, pasa cada cierto periodo donde tu inversión se podría ver mermada una temporada, tal vez uno o dos años, en lo que las economías se comienzan a recuperar.
Por lo anterior, si consideras que un panorama como el planteado te podría afectar emocionalmente, lo más recomendable es que inviertas en un fondo que se alinee más a un perfil conservador, es decir, renta fija, por ejemplo.
Para determinar qué tanto resistes el riesgo te podría ayudar hacerte preguntas como las siguientes: ¿cuál es tu meta u objetivo al invertir?, ¿cuántos meses o años podrías invertir ese capital?, ¿qué quieres hacer con lo invertido?, ¿estás dispuesto a ver pérdidas y cuánto estás dispuesto a perder? Una vez resueltas estas preguntas, lo que seguiría es investigar un poco.
Con investigar me refiero a que, aunque no es necesario que tengas conocimientos de finanzas o economía, sería bueno que antes de llegar con un asesor estés informado sobre algunos aspectos económicos básicos como qué esperar de las economías más grandes en los próximos años.