Me queda claro que hoy vivimos en un mundo muy diferente al que existía a principios del 2020, ya que muchas empresas ya tuvieron la experiencia de tener a toda su gente trabajando desde su casa, algo que para muchas de ellas era impensable por la idea de que no iban a poder tener los resultados habituales, pero muchas de ellas se llevaron la sorpresa de que sus trabajadores eran incluso más eficientes y sus metas se alcanzaron en menos tiempo.
Ahora también estoy convencida de que no hay nada como la colaboración frente a frente y la convivencia presencial con las personas con las que trabajamos, pero es un hecho que se debe contar con espacios de trabajo abiertos y dar a los empleados factores que fomenten la creatividad en pro del bienestar y productividad de ellos mismos porque, de otra forma, no hay argumentos suficientes para crear un ambiente de trabajo híbrido y ya no 100% remoto.
Muchos trabajadores creen que hay más aspectos negativos que positivos en el hecho de regresar a la oficina, por lo que yo me pregunto: ¿no hay forma en que las compañías hagan de sus oficinas un lugar en el que las personas se sientan libres y con ganas de trabajar? Me niego a pensar que la única respuesta es no. He descubierto que no existe un enfoque único que deba ser aplicado a todos los colaboradores en el modo de trabajar.
Es el momento de que las compañías evolucionen y tomen en cuenta lo que sus colaboradores necesitan para que ir a la oficina no sea desgastante y que, por el contrario, se convierta en un espacio en el que las personas logren una sana convivencia y encuentren una colaboración mucho más activa con sus compañeros y colegas. La tecnología puede ser la que ayude a solucionar el problema.
Yo sé que podría sonar contradictorio el pensar en implementar tecnología dentro de unas oficinas para hacerlas llamativas, ya que es esa misma herramienta la que nos ha ayudado a trabajar desde casa, pero es que es eso lo que la hace fascinante, tomando en cuenta que, de entrada, salas de juntas inteligentes hacen que gente que se encuentra en la misma ciudad colabore cara a cara, mientras que están conectados con personas que están en otras ciudades o países que, a su vez, están juntas de manera presencial, además de trabajar documentos que se encuentran en la nube y, por lo tanto, se editan en tiempo real. Sí: nos alcanzó el futuro.
En mi oficina tenemos ese tipo de juntas cada tres meses -presencial combinada con virtual- con todos los equipos de las Américas y, siéndote muy sincera, son de mis reuniones favoritas en el año porque se logra esta colaboración cercana que cualquiera necesita para conectar con sus compañeros, sin dejar de lado el hecho de que estamos lejos geográficamente.
¿Te ha tocado tomar una videollamada con alguien que trae cubrebocas puesto? A mí sí. Creo que un factor clave es el sentido común, así que yo recomiendo que las empresas sean flexibles, siempre siguiendo todos los lineamientos de salud pública y de la misma empresa, pero no cayendo en medidas que sólo hacen incómoda la visita a las oficinas para sus colaboradores.