La pandemia demostró que esta escucha es crítica. El 86% de las compañías menciona que ha cambiado radicalmente la forma en que lo hacen; del mismo modo, declara haber participado en auténticas conversaciones a lo largo del año pasado.
Con el paso de esta emergencia sanitaria, muchos trabajadores migraron a esquemas de trabajo remoto y, sin duda, la escucha efectiva permitió que los líderes pudieran conocer algunas de las preocupaciones de sus colaboradores, como los conflictos por el tiempo entre el trabajo-familia, el cansancio extremo, así como algunas desavenencias en sus relaciones interpersonales con sus compañeros de oficina.
Haciendo las preguntas correctas, usando los métodos adecuados y sabiendo cuándo escuchar, se pueden cosechar los beneficios que vienen de en verdad conocer qué problemas son los más relevantes para nuestra fuerza laboral.
Sin embargo, aunque en un inicio puede parecer una actividad sencilla, asegurar tu fuerza de trabajo y hacerlos sentir escuchados, requiere un enfoque empático, ya que es importante desarrollar formas no intrusivas en el que las personas puedan participar por medio de escucha pasiva y activa, facilitando así el contacto humano significativo, creando canales de comunicación que se mantengan abiertos siempre.
Por otra parte, es más importante que nunca considerar la diversidad de nuestros colaboradores y los diferentes tipos de individuos y los roles dentro de la organización, ya que de esto dependerá el éxito de la comunicación.
Los enfoques nuevos e innovadores incluyen grupos focales digitales, plataformas siempre activas y encuestas de pulso itinerantes. Estos nuevos canales de divulgación se combinan con reuniones, así como validación de hipótesis (usando datos de comportamiento que comparan lo que la gente dice con lo que realmente hace).