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#Entrelíneas | La recesión es solo cuestión de tiempo

Este año, la economía global crecerá alrededor de 3%, aunque no se descarta que en las próximas semanas venga un proceso de desaceleración más marcado que apriete esta cifra a la baja.
mar 18 octubre 2022 12:00 AM
El fantasma de la recesión económica recorre el mundo
La actividad empresarial del sector privado estadounidense se contrajo por segundo mes consecutivo en agosto y es la más débil de los últimos 18 meses.

(Expansión) - “Lo peor aún está por venir y muchas personas sentirán el 2023 como una recesión”. El Fondo Monetario Internacional (FMI), la semana pasada, anunció sus reducciones a los pronósticos de crecimiento de la economía global y, junto con la advertencia con la que arranca esta historia, deslizó un futuro apocalíptico: “A medida que la economía mundial se dirige hacia aguas turbulentas, es posible que estalle una agitación financiera”.

México está invitado a la ‘fiesta’.

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El pasado martes, el FMI anunció que espera un crecimiento de 2.7% para la economía mundial en 2023 (0.2 puntos porcentuales por debajo de la perspectiva que emitió en julio), con la posibilidad de que caiga por debajo de 2%; mientras que para este año estima una tasa de crecimiento de 3.2%.

Los pronósticos del Fondo son crudos, realistas, pero es posible que se queden cortos. Sus actualizaciones ocurren cada tres meses y, ante un ambiente de incertidumbre y cambios constantes en la economía, noventa días para una revisión es un periodo bastante largo. Este informe toma en cuenta las cambiantes condiciones actuales y los posibles cambios que se avizoran, pero 2023 puede contar con condiciones globales más inciertas y con mayor riesgo.

Este año, la economía global crecerá alrededor de 3%, aunque no se descarta que en las próximas semanas venga un proceso de desaceleración más marcado que apriete esta cifra a la baja.

Pero las cosas se complicarán en 2023.

De acuerdo con la perspectiva de Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, ese 2.7% de crecimiento en la economía global que observa el FMI se antoja optimista. Hoy, ya algunos países en Europa que no solamente están tocando crecimiento cero sino que ya reportaron contracción económica en el segundo trimestre, al tiempo que el tercer y el cuarto trimestres se ven peores todavía, sobre todo para la locomotora europea que es Alemania.

El ‘incendio’, además, ya se extendió a otras economías; hay problemas financieros en Inglaterra, crisis en los suministros de Francia…

China reportó un crecimiento trimestral negativo en el segundo trimestre y se espera que hacia el tercero haya regresado hacia terreno positivo pero de manera gradual. Es posible que China continúe recuperándose en el cuarto trimestre pero ya se desaceleró.

El foco rojo, hoy, es la creciente probabilidad de una recesión en Estados Unidos, que representa alrededor de 25% de la producción mundial; un cuarto de la economía mundial la representa nuestro vecino.

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Estados Unidos y China representan casi 40% de la producción mundial. Si las dos locomotoras se meten en líos, no hay forma que el resto del mundo evite los impactos, particularmente las economías emergentes cuyos principales mercados para sus exportaciones son ambos países. Si uno entra en recesión y el otro se desacelera, habrá recesión en América Latina y México no se escapará pues su economía depende del ciclo económico de Estados Unidos.

Aquí no termina esta cruda historia. Un nuevo factor puede complicar más las expectativas: Taiwán. Ante el diferendo que China sostiene con esta isla, se han empezado a presentar interrupciones en el tráfico de contenedores que pasan por el Estrecho de Taiwán y eso está complicando la entrega de suministros de productos manufacturados y semimanufacturados hacia varios países. Bajo este panorama, si las fricciones se agravan tendremos otro problema en los suministros de materias para los procesos productivos en todo el mundo.

¿Qué viene para México? Para 2023, el consenso proyecta un crecimiento económico del 1 al 1.5%. “Si Estados Unidos crece menos de 1%, no veo cómo México pueda crecer a 1.5. Si nuestro vecino crece medio punto, México va a crecer menos de un punto por la elasticidad del mercado mexicano con respecto al crecimiento de Estados Unidos”, afirma Alfredo Coutiño.

La paridad peso-dólar también tendrá su ajuste. Se espera que el dólar se revalúe y eso provocará la depreciación de otras monedas. Algunas ya se adelantaron: el real brasileño, el peso chileno y el colombiano. Se dice que el peso mexicano es hoy una de las monedas más estables. Lo que ocurre es que aún no le ha llegado el calor del ‘incendio’, pero se espera que el peso empiece a depreciarse en cualquier momento de 2023, antes del segundo semestre.

Así, la incertidumbre sobre el desempeño de la economía va a empeorar. Al interior del sector privado no hay ninguna duda: México caerá en una recesión. Lo que no se sabe es qué tan profunda será y cuánto durará. Algunos empresarios consultados dicen que será corta, otros que no será nada parecida a la de 2009 cuando prácticamente los mercados colapsaron.

En este momento, con todo y que la recesión se ha anunciado, no hay planeación estratégica que valga, por lo que muchas planeaciones se están generando sobre la marcha y los presupuestos serán de muy corto plazo, trimestrales o bimensuales. Según cálculos de empresarios consultados, la recesión aterrizará en México durante el primer trimestre de 2023. Hoy la prioridad es ajustarse a lo que se aproxima. No hay pánico, todavía.

El ecosistema emprendedor tampoco burlará esta agitación. El apetito de los fondos cambió, los inversionistas son mucho más cautos, pero aún se mantiene el potencial de crecimiento en América Latina a través de startups. “Sin duda veremos muchos despidos, empresas quebrando pero esto responde a la formalización de los ciclos. El futuro a mediano y largo plazos siguen siendo muy positivos”, dice Ricardo Weder, fundador y CEO de Jüsto.

Los botes con gasolina son muchos y pueden extender el ‘incendio’, por lo que hay que estar preparados para tratar de salir lo mejor librados de todo esto.

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Para las empresas, la cautela es una de las recomendaciones. Las fusiones y/o adquisiciones quizá tengan que esperar, aunque también puede ser un buen momento para ir a la caza de empresas baratas. Ser frugales con el gasto.

Para las personas, lo mejor es la prudencia, actuar con precaución, incluso con prevención. Es importante mantener las fuentes de ingreso, el empleo; pensar que, si se tiene un ingreso ahora, no gastarlo en frivolidades. Hay que tratar de ahorrar cuando es posible para poder sobrevivir en los tiempos de crisis.

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La salida de Luz María de la Mora de la Subsecretaría de Economía representó un balde de agua fría para el sector privado. Ella, sostienen algunos empresarios, era la mejor funcionaria del gobierno mexicano. Se perdió una aliada y un factor de equilibrio en medio de la escaramuza eléctrica en el T-MEC y en otros asuntos. Se vaticinan tiempos convulsos.

Nota del editor: Jonathán Torres es socio director de BeGood, Atelier de Reputación y Storydoing; periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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