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Responsabilidad social, del compromiso institucional a la práctica personal

Podemos transformar la organización o negocio desde adentro, desde el actuar de la gente que la conforma, asegurando la congruencia y apego a las políticas, estrategias o lineamientos de la empresa.
mié 09 noviembre 2022 12:00 AM
Responsabilidad social, del compromiso institucional a la práctica personal
Es indispensable dar a conocer y acercar la responsabilidad social empresarial a los colaboradores en sus ámbitos laboral y personal, como parte del proceso de transformación del modelo de negocio hacia uno más sostenible, considera Jorge Reyes Iturbide.

(Expansión) - Vivimos en una época en donde convergen diversos riesgos de tipo económico, geopolítico, tecnológico, social y ambiental, los cuales pueden representar retos importantes tanto para los gobiernos como para las empresas y las organizaciones de la sociedad civil, haciendo cada vez más compleja la gestión de éstas y su interacción como corresponsables de todo ello.

Desde la perspectiva del sector privado, el surgimiento y evolución que han tenido conceptos como la Responsabilidad Social Empresarial o la Sostenibilidad Corporativa, han abonado en este sentido, convirtiéndose en modelos de gestión que van más allá de simples acciones sociales y de voluntariado, al integrarse plenamente a la estrategia y operaciones diarias de la empresa, y permitirle abordar muchos de estos riesgos con un enfoque integral, a partir de las diversas expectativas de los grupos de interés.

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Sin embargo, el reto no acaba ahí, ya que estos temas, además deben ser permeados a la cultura organizacional y transversalizados a todas sus áreas, contando con el apoyo y convencimiento de la alta dirección, para no caer simplemente en “greenwashing” y poder transformar realmente la manera de operar de la empresa o de la organización.

Lo anterior conlleva a que forzosamente se tendrá que trabajar en la concientización, formación y el desarrollo de la responsabilidad social en lo individual, es decir en lo que compete a cada una de las personas que conforman una organización, ya que somos las personas las que podemos tomar una decisión, llevar a cabo una acción o abstenernos de alguna práctica, con base en una serie de criterios, lineamientos, políticas, etc. que pueden o no estar alineados a los principios de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad, para que en consecuencia el desempeño de la organización en su conjunto pueda ser evaluado bajo estos criterios.

En la práctica, es aquí donde podemos encontrar las mayores áreas de oportunidad para muchas empresas, incluso con modelos maduros de Responsabilidad Social, pero que poco han trabajado en fortalecer y comunicar internamente la importancia del tema y la vinculación con el trabajo diario de cada uno de sus colaboradores, y así es como nos podemos encontrar muy buenos programas y acciones de Responsabilidad Social hacia afuera, que hacia dentro de la organización nadie o pocos conocen, fuera de los responsables de éstos.

Se aprovecha así el efecto multiplicador que pueden tener los colaboradores al interior de la empresa siendo ejemplo y motivadores de sus compañeros de área, pero también hacia el exterior volviéndose embajadores de la organización frente a sus familias, amigos y la sociedad en general, al estar comprometidos y orgullosos de trabajar en una empresa socialmente responsable, en la que ellos mismos son responsables del buen desempeño en la materia que se haya logrado.

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Sin duda es muy difícil que alguien se involucre y tome como propio algo que desconoce, que no entiende o que lo siente lejano a sus funciones y responsabilidades, por lo que es indispensable dar a conocer y acercar la responsabilidad social empresarial a los colaboradores en sus ámbitos laboral y personal, como parte del proceso de transformación del modelo de negocio hacia uno más sostenible.

Para ello se pueden utilizar diversas campañas de promoción y concientización del tema en general, o programas de capacitación, pero también se puede involucrar a las personas en el diseño y ejecución de acciones de RSE propuestas desde sus áreas, así como incorporar la evaluación del desempeño y esquemas de incentivos o beneficios ligados a la sostenibilidad, haciéndolo parte de sus funciones y objetivos.

De esta manera podremos ir transformando la organización o el negocio desde adentro, es decir desde el actuar de las personas que la conforman asegurando la congruencia y apego a las políticas, estrategias o lineamientos que la empresa haya implementado en la materia, llevándolos del compromiso institucional a la práctica personal de cada uno de los colaboradores.

Nota del editor: Jorge Reyes Iturbide es especialista en responsabilidad social empresarial y desarrollo sostenible y desde hace 17 años ha trabajado para diversas empresas y organismos nacionales e internacionales en proyectos de investigación, consultoría, desarrollo de estándares y educación ejecutiva en la materia. Actualmente es Director de la Facultad de Responsabilidad Social y Director del Centro IDEARSE de la Universidad Anáhuac México. Síguelo en Twitter y LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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