Algunas, como la dermatitis atópica, son aún incurables y su atención es de vital importancia para controlar los brotes y evitar que afecten otros aspectos de la salud física y mental.
En México, el Senado declaró el 27 de noviembre como el Día Nacional de la dermatitis atópica, una enfermedad crónica e inflamatoria de la piel, originada por diversos factores que alteran el sistema inmunológico y que es considerada una de las enfermedades más frecuentes en la piel.
Este padecimiento que afecta de manera notable la calidad de vida de las personas se caracteriza por resequedad, irritaciones y descamación en la piel, que evoluciona en brotes de comezón intensa y que puede derivar incluso en depresión. Se puede presentar en todas las edades, aunque es más frecuente en los niños menores de cinco años. En adultos, su presentación puede ser con brotes más severos, por lo que el tratamiento es menos efectivo y prolongado.
Uno de cada cinco mexicanos ha sido diagnosticado con dermatitis atópica y es muy probable que muchos más estén afectados sin saberlo. El diagnóstico requiere de una alta sospecha clínica, así como de la correcta interpretación de los hallazgos físicos en la piel, por lo que la capacitación de los medios de primer contacto es fundamental.
También existen retos respecto del tratamiento. Un estudio presentado recientemente por Pfizer, respecto al conocimiento y acceso a la atención de la dermatología médica, señala que los tratamientos actuales no han logrado satisfacer todas las necesidades de los pacientes, debido a la baja eficacia terapéutica, seguridad farmacológica y falta de acceso financiero.