El aluvión de amenazas seguirá entre nosotros: inflación alta, recesión económica, la continuidad del conflicto en Ucrania, el Covid-19 que sigue provocando muertes y contagios, el cambio climático…
El entorno macroeconómico seguirá estresado. La inflación permanecerá en las nubes al menos durante el primer trimestre y, en consecuencia, se sostendrán las altas tasas de interés y el consumo seguirá castigado. Se estima que el crecimiento del PIB mundial se desacelere al 1.6% en 2023, desde el 2.8% previsto para 2022. Para México, la OCDE estima un crecimiento de 2.5% en 2023, pero el consenso lo ubica entre 1.8 y 2%.
La suerte de 2023 dependerá, fundamentalmente, del curso que tome la geopolítica, la revolución energética mundial y los impactos derivados de la inestabilidad macroeconómica. De antemano, las expectativas económicas no se ven muy bien, lo que significa que se espera una inflación continua, crecimientos económicos moderados y persistentes interrupciones en las cadenas de suministro.
Por eso, el plan es reducir la exposición a la volatilidad en los precios de mercado de los productos básicos y desplegar un plan que permita contrarrestar la escasez y el aumento de los costos logísticos. Además, las empresas deberán asegurarse de que sus procesos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) pasen al centro de su estrategia. El actual entorno volátil e incierto determina que los costos, la eficiencia y la resiliencia sean las principales prioridades para las organizaciones.
El Covid-19 seguirá generando estragos. China ya relajó su postura de ‘cero Covid’, con el riesgo de aumentar los contagios y perturbar su economía. Una buena noticia: con la disminución de las muertes por la pandemia, la ONU cree que la esperanza de vida al nacer comenzará a recuperarse en 2023, después de disminuir 1.8 años en 2020-21.
Bajo una mirada social, 2023 tendrá que convivir con la imperante negatividad en las personas, alimentada por la recesión económica, el confinamiento de la pandemia y los dolores provocados por la política.
Al mismo tiempo, las empresas que apuesten por la automatización podrán sobreponerse a la circunstancia y hasta sacarle jugo a las oportunidades que se les presenten. “Las empresas que aprovechen la tecnologíapara desarrollar relaciones más cercanas y personalizadas serán capaces de utilizar la información del consumidor para crear micromomentos que resulten en oportunidades de venta ubicadas en ventanas de tiempo muy cortas, pero altamente rentables”, sostiene KPMG.
2023 traerá consigo varias revoluciones. Junto con el aumento en el gasto en transformación digital, se prevé el boom de la Inteligencia Artificial generativa (algoritmos de aprendizaje automático que pueden comprender y procesar el habla humana), más desarrollo en la era de los robots, espacios de trabajo virtuales basados en metaverso.