Sin embargo, pongo sobre la mesa la importancia de esta herramienta para el resguardo de nuestro patrimonio, pues, en la actualidad, los fraudes financieros son cada vez más comunes y sofisticados.
Por ejemplo, el robo de identidad para la adquisición de vivienda inició en México en 2010, con 237 casos que representaban más de 243 millones de pesos en afectación, de acuerdo con el Infonavit. Actualmente, el delito ha cobrado dimensiones que superan a los 2,000 afectados y la Condusef detectó el aumento de fraudes financieros en un 10.4% en 2022, con 3.5 millones de reclamaciones que alcanzaron un monto de poco más de 9 mil millones de pesos, respecto al 2021. Un golpe feroz al patrimonio familiar y a las instituciones.
En Reino Unido, con la operación Dark Hunter, una de las más grandes jamás realizadas contra un mercado criminal de la deep web durante 2021, el uso de blockchain sirvió como una herramienta para rastrear e incautar más de 220,000 euros en efectivo y bitcoins sospechosos de delitos.
Afortunadamente, el blockchain ha demostrado ser un medio efectivo en la prevención de estos delitos, ya que se trata de una tecnología capaz de funcionar sin la necesidad de intermediarios, donde las transacciones financieras son validadas de manera descentralizada y en tiempo real, y que una vez que se han verificado, no pueden ser modificadas ni borradas, lo que hace muy difícil falsificar transacciones y robar nuestro dinero.
Una red de blockchain puede hacer seguimiento de pedidos, pagos, cuentas, detalles de producción y más. A medida que se produce una transacción, se registra un bloque de datos, que, a su vez, registra información a elección, como quién, qué, cuándo, dónde y cuánto. Así, cada bloque está conectado al bloque anterior y al posterior, las transacciones se unen, formando una cadena irreversible y a prueba de manipulaciones, es decir, inalterable.
También puede ser utilizado para la verificación de identidad y almacenamiento seguro de los datos personales de los usuarios en la red, usando técnicas criptográficas que complican el robo y el uso de información personal.
Pero, ¿qué otra ventaja podemos encontrar en el blockchain? La transparencia puede ser una de sus más grandes cualidades, pues todas las transacciones son visibles para los usuarios de la red, haciendo muy difícil ocultar aquellas que son sospechosas, ya que pueden ser investigadas y actuar antes de que se produzca un fraude.
En este sentido, en muy poco tiempo blockchain ha evolucionado; inició bajo la etiqueta de disruptiva, pero hoy ya es considerado la semilla fundamental para un nuevo internet mucho más seguro en todas las áreas que nos podemos imaginar y así, cambiar el mundo tal y como lo conocemos.