(Expansión) - La industria fintech en América Latina ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años. Sin embargo, para aprovechar al máximo el potencial del sector, es crucial que las fintech formen alianzas estratégicas entre sí. Los bancos tradicionales han entendido desde hace mucho tiempo la importancia de tales colaboraciones y los mismos principios se pueden aplicar a la industria fintech. Al trabajar juntas, las empresas del sector pueden compartir conocimientos, recursos y experiencia para impulsar la innovación y crecer conjuntamente.
Una alianza fintech se ve en el horizonte latinoamericano
Históricamente, los bancos tradicionales han formado alianzas estratégicas para expandir su alcance y aumentar sus capacidades. Estas asociaciones han permitido a los bancos diversificar su oferta de productos, aprovechar las fortalezas de cada uno y entrar en nuevos mercados. Por ejemplo, en distintos momentos estas instituciones financieras se han juntado para crear plataformas compartidas de pago. Esto permite ofrecer una gama más amplia de servicios a sus clientes, al mismo tiempo que se reducen costos y se mejora la eficiencia.
Beneficios a la vista
La industria fintech puede beneficiarse enormemente de alianzas similares. Al colaborar entre sí, pueden reunir sus recursos y experiencia para crear nuevos productos y servicios que no habrían podido desarrollar de manera independiente. Por ejemplo, un grupo podría crear una plataforma de préstamos compartida, lo que les permitiría ofrecer tasas más competitivas a sus clientes.
Además de crear nuevos productos, las alianzas estratégicas también pueden ayudar a las fintech a ingresar a nuevos mercados. Esto es particularmente importante en América Latina, donde muchos países tienen entornos regulatorios y matices culturales únicos. Al asociarse con una fintech local, una empresa extranjera puede obtener acceso a la experiencia y las redes locales, lo que facilita la navegación del mercado local. Sobre todo, en la medida que se creen hubs de colaboración fuera de Estados Unidos.
Existen otros beneficios para formar alianzas estratégicas en la industria fintech. Por ejemplo, al trabajar juntos pueden compartir costos de marketing y aumentar su visibilidad ante potenciales clientes. También presenta la opción de socializar las mejores prácticas del sector y aprender de los éxitos y fracasos de los demás. En general, esto contribuye al robustecimiento de un sector que aún debe establecerse en el imaginario colectivo de los usuarios latinoamericanos.
Desafíos presentes
A pesar de los posibles beneficios, también existen varios desafíos que las fintech deberán superar para formar alianzas exitosas. Uno de ellos es encontrar a los socios adecuados. Las fintech deberán identificar aliados estratégicos ideales que compartan su visión y valores, y que aporten fortalezas complementarias en una eventual colaboración.
Otro desafío importante tiene que ver con mantener un equilibrio de poder dentro de la alianza. Las fintech deberán negociar términos y acuerdos claros para garantizar que todas las partes se beneficien por igual de la asociación. También deberán tener en cuenta posibles conflictos de interés y trabajar para mantener la transparencia y la confianza dentro del grupo.
Un horizonte de colaboración estratégica
Por último, las fintech deberán ser flexibles y adaptables para tener éxito en un panorama de constante cambio de la industria. A medida que surjan nuevas tecnologías y evolucionen las regulaciones, deberán ser capaces de pivotear y ajustar sus estrategias en consecuencia. Al formar alianzas estratégicas aumentan su agilidad y resistencia ante el cambio.
Las alianzas estratégicas son cruciales para que la industria en América Latina alcance su máximo potencial. Al colaborar entre sí, pueden crear nuevos productos y servicios, entrar en nuevos mercados, y compartir conocimientos y recursos. Sin embargo, para tener éxito, deberán superar diversos desafíos, como encontrar los socios adecuados, mantener un equilibrio de poder y ser adaptables ante el cambio. Si pueden hacerlo, el futuro se ve más que brillante y robusto para el ecosistema fintech en América Latina.
Nota del editor: Sebastián Medrano Gallo es economista y especialista en temas fintech. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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