En años recientes el enfoque era al cliente y hoy eso incluye el desarrollo de un propósito social más amplio. Ya se trate de sostenibilidad, diversidad, comercio justo, transparencia u otra causa, los consumidores esperan cada vez más que las marcas persigan valores que vayan más allá de la mera rentabilidad. Actualmente el líder empresarial requiere adaptación continúa pues probablemente las organizaciones que liderarán el futuro serán las que utilicen las nuevas herramientas para encontrar formas de reinventar el trabajo, combinando las capacidades de las máquinas y las personas y aprovechando lo mejor de ambas. Ello implica entrar en contacto directo con un entorno más amplio con diferentes perspectivas.
¿Pueden los líderes formular estrategias eficaces en un mundo definido por la disrupción? Quizá no sea fácil, pero es posible. La clave está en identificar e interiorizar las pautas subyacentes del cambio. Nadie puede predecir el futuro, pero los líderes de hoy pueden ayudar a darle forma comprendiendo las largas trayectorias que lo conectan con el pasado para considerar múltiples escenarios futuros.
Un grupo de 250 Directores Generales de Estrategia de más de 20 sectores realizaron una exploración del horizonte intersectorial para detectar lo que podrían ser algunas de las señales emergentes que se están gestando actualmente en la periferia y que podrían abrirse paso como puntos de inflexión en los próximos tres a cinco años.
Entre otras cosas detectaron que las cadenas de valor han evolucionado y están surgiendo nuevas fuerzas que podrían configurar y acelerar su evolución, como los semiconductores o la transición energética, creando un nuevo conjunto de interdependencias; que surgirá una nueva economía de materias primas, como el litio, el níquel, el cobalto, el manganeso y el grafito, cuyos costos se irán incrementando; y que los trabajadores mayores de 50 años están volviendo al empleo remunerado en todas las economías avanzadas post Covid, lo que podría generar la escasez de talentos y una pérdida significativa de conocimientos.
Asimismo encontraron que la mayoría de las empresas no se han percatado del potencial de los datos compartidos que permiten una mayor eficiencia al aprovechar un conjunto más amplio de conocimientos, y que la IA generativa debe enfocarse como una tecnología de propósito general por su potencial de afectar y alterar a la economía y a la sociedad.
La experiencia demuestra que, la mayoría de las veces, los nuevos emprendedores subestiman el contexto en torno a la empresa que están construyendo, y carecen de información relevante que pueda tener un impacto en su proyecto. Es entonces cuando requieren de una herramienta fácil de usar que les permita estar al tanto de la situación alrededor del proyecto, para aprovechar esta información desde su posición actual para mejorarlo.
Esa herramienta se denomina Canvas Sistémico, un documento que, trabajado en equipo en forma periódica -considerando que los elementos externos cambian constantemente y su impacto en el proyecto puede ser de gran consideración- ayuda a una mejor comprensión de lo que se desea construir a partir de la información conocida y la búsqueda de los datos desconocidos.