Para ello se recurrió a una metodología nunca antes aplicada: se le dio seguimiento a aproximadamente 8,400 hogares, casi 35,000 individuos, a lo largo de 10 años, para determinar cómo entraban y salían de la pobreza. Así, el objetivo era profundizar en el análisis de la pobreza y medir sus trayectorias de entrada, salida y permanencia, así como sus determinantes.
Graciela Teruel, directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de la Universidad Iberoamericana, ha analizado por años la lacerante pobreza; formó parte de la fundación del Consejo Nacional de Evaluación de la Politica de Desarrollo Social (Coneval) y contribuyó, junto con otros expertos, en la medición de la pobreza alimentaria, de capacidades y de patrimonio.
Sin embargo, con los años una incómoda pregunta, sin respuesta, permanecía en su cabeza: ¿Cuál es el número real de pobres en México? Había que tener una película más completa sobre la materia. Fue así que, con el apoyo de varias instituciones académicas y del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), llevó a cabo la investigación “Dinámicas de la pobreza en México”.
Muchos son sus hallazgos y conclusiones, pero el tema obliga a no perderse en el bosque: si se trazara una línea con la tendencia de los últimos 30 años, la pobreza en México no habría cambiado, no tendría ninguna alteración.
Desgranando ya el análisis, destacan los siguientes fenómenos:
- En tan solo un periodo de 10 años, casi siete de cada 10 hogares caen en pobreza, al menos una vez.
- 50% de la población entra y sale de la pobreza. Es de tal dimensión la vulnerabilidad en la que está este gran porcentaje de la población que logra salir de la pobreza, pero luego regresa. Es gente que no estaba bajo esa condición pero que, por citar un caso, perdió el empleo y cayeron sus ingresos. Son personas en ‘pobreza transitoria’ o ‘pobreza persistente’.
- En todos los periodos analizados, cerca de un cuarto de la población se encuentra en condición de pobreza (‘pobres crónicos’).
- En cuanto a la población en pobreza extrema, 6.8% de la población se encontraba de manera crónica en esta situación, lo que implica que aproximadamente 70% de la pobreza extrema es crónica y no se mueve.
- Solo 7% de la población en México está en lo que se conoce como la ‘no pobreza’.
- Los resultados sugieren que hay una considerable movilidad hacia y desde de la pobreza. Sin embargo, ésta únicamente evidencia transiciones entre la pobreza y la vulnerabilidad, pues las recurrentes recaídas hacia situaciones de pobreza sugieren que los hogares que son capaces de escapar de ella tienen un riesgo alto de caer nuevamente en ésta, ya sea ante choques (desempleo o enfermedad) o por imposibilidad estructural (que va más allá de las condiciones del individuo) y trampas de pobreza.
Visto así, la pobreza es un laberinto del cual pocos escapan. Millones de mexicanos nacen y mueren pobres. Otros registran, en algún momento, la movilidad pero es tal su vulnerabilidad que tarde o temprano vuelven a caer en la trampa. Las crisis económicas alimentan la pobreza, pero una tragedia famiiar (muerte, divorcio) también son sus disparadores. Muy pocos se salvan de esta calamidad.
Parecería que la pobreza, bajo alguna de sus expresiones, se ha democratizado.
¿México está destinado a no progresar? Cada seis años llegan nuevos equipos con la bandera de tener la fórmula para solucionar la miserable pobreza, pero las cifras se mantienen. Van y vienen politicos con la misma receta: las mismas poliiticas públicas para la misma población; ahora, con el actual gobierno, transferencias para todos y que ya han demostrado su ineficacia.
La crudeza de las cifras también da lugar a otras interpretaciones (algunas alimentan el optimismo y otras no): casi la mitad de la población en pobreza en un momento dado es capaz de salir de ésta, las jefas del hogar suelen detonar la movilidad ascendente del resto de los miembros, la vulnerablidad de muchos hogares les puede provocar acceso limitado a sistemas de protección social y servicios de salud adecuados, la pobreza dificulta la movilidad social de quienes la experimentan pero sobre todo de las generaciones futuras.