Pero, para arrancar, habría que colocar esta historia en el contexto que le corresponde. La NOM 037 llega tarde considerando que en los transitorios de la reforma laboral se estableció que se tenían 18 meses para su publicación, lo cual debió ocurrir en julio de 2022. Como sea, la NOM 037 ya es una realidad a partir del 15 de julio de 2023, y su encomienda es prevenir accidentes y enfermedades, así como promover un ambiente seguro y saludable en el entorno en el que los empleados prestan sus servicios.
La publicación de la NOM 037 trajo consigo un sin número de reacciones. Hay quienes sostienen que esta medida vendrá a generar un sano equilibrio trabajo-vida personal. Otros consideran que su implementación vendrá a incrementar el costo del capital de trabajo para las empresas. Hay voces que manifiestan que esta medida huele a populismo, mientras que algunas más consideran que lo primero por preservar es la productividad y eficiencia.
Todas las posturas, de alguna forma, tienen un grado de razón.
En el ecosistema empresarial, por ejemplo, la NOM 037 no goza de muchas simpatías. Si bien se reconoce el espíritu de esta norma, lo cierto es que se considera que su implementación será complicada y dará paso, incluso, a otros efectos muy perniciosos. Es decir, ante las cargas económicas que esta medida traerá consigo, el teletrabajo no florecerá, la flexibilidad se terminará, la informalidad crecerá y las pymes simplemente cancelarán esta medida.
Las empresas tienen 60 días naturales, a partir de la publicación de la norma, para apelar y proponer modificaciones a través del Comité Consultivo Nacional de Normalización de Seguridad y Salud en el Trabajo. Sin embargo, la NOM 037 no será aplicable para las 13 millones de personas que están en posibilidades del teletrabajo, ante las condiciones económicas que hoy privan.
Para la comunidad de negocios hay varios puntos discutibles de la NOM 037, pero para no darle paso a la amargura absoluta se citan tres:
Uno, se establece que el patrón y el trabajador acordarán el monto de apoyo por el pago de electricidad e internet, pero no se tiene un parámetro. Dos, tampoco está claro bajo qué circunstancias se estará ante un accidente de trabajo y en cuáles no. Tres, se considera la ‘autoaplicación’, que radica en que el empleado puede reportarle al patrón que cuenta con las condiciones para trabajar, pero no se traslada la responsabilidad a las personas y, entonces, si al correr del tiempo el empleado reporta que tiene un daño en la columna no hay una responsabilidad mutua y ésta recae en su totalidad en la empresa.
“La NOM 037 impone a las empresas más obligaciones”, afirma Diego González de la Fuente, socio director de González de la Fuente Abogados. “Esta huele a desconocimiento de quienes la redactaron y populismo. Por eso, muchas empresas están decidiendo dar por terminado el teletrabajo”.
La NOM 037 tendrá un efecto bumerán. La nueva norma obliga a todos los centros de trabajo a contar con un listado de los empleados, cuyo trabajo a distancia representa al menos el 40% de la jornada laboral semanal. Sin embargo, el teletrabajo perderá penetración y el racional económico se sobrepondrá a sus beneficios. Los corporativos podrían asumir la medida, pero la mayoría de las empresas no cargarán con el costo para su implementación. Por lo tanto, las empresas no pasarán de ese porcentaje y el trabajador podrá operar en teletrabajo dos días a la semana, pero no más.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) sostiene que la NOM 037 es una fórmula conveniente para detonar la productividad y cuidar la salud de los empleados, pero el entorno podría complicar su implementación.
“Estamos de salida de una crisis y, a la par, han venido reformas con cierto impacto. Ahora, no es momento para reformas adicionales, cuando tenemos oportunidades como el nearshoring para atraer inversiones. No es momento para desviarnos en temas inhibitorios para las inversiones pues México podría perder esa gran oportunidad que, además, implicaría nuevas fuentes de trabajo para seguir levantando la economía”, dice Lorenzo Roel, presidente de la Comisión Laboral del CCE.