Se requiere de un modelo de desarrollo industrial, que cree los incentivos para la vinculación del conocimiento científico y tecnológico desarrollado por universidades y centros de investigación con las necesidades y requerimientos del sector empresarial.
La gestión de la innovación es un proceso estratégico que desarrollan las empresas para atender las necesidades del mercado con oportunidades tecnológicas detectadas tanto dentro como fuera de sus fronteras operativas, la finalidad es aumentar las ventajas competitivas con respecto a otros actores del mercado, a través de la comercialización de nuevos productos o servicios altamente diferenciados.
Hay muchos mitos acerca del vínculo entre las universidades y las empresas, como la creencia de que las primeras tienen que acercarse a las segundas. Lo que ocurre en lugares en que conviven de manera estrecha - Silicon Valley o Cambridge, Massachusetts, por ejemplo -, es que las empresas ahí instaladas tienen personal que es capaz de entender los artículos que se publican en las revistas especializadas, o de ir a una conferencia y entender dónde se está generando conocimiento de frontera para luego poder aplicarlo. Este es el mayor desafío de las empresas en el país.
La expansión y difusión del conocimiento requiere de la existencia de un ecosistema propicio para la cooperación y el diálogo entre las universidades y las empresas; un primer paso es identificar posibles áreas de interés en materia de desarrollo tecnológico e innovación hacia la construcción de una visión orientada al fortalecimiento del tejido empresarial, con el propósito de dar solución a un problema común.
Los pilares de este diálogo pueden ser:
- Acceso al mercado nacional e internacional.
- Focalización de la generación de conocimiento (investigación) en áreas de mayor impacto.
- Creación de los mecanismos de coordinación e intermediación entre los stakeholders.
- Financiamiento conjunto (universidad-empresa).
Las empresas y las universidades deben establecer líneas temáticas de coinversión, para apoyar la maduración de tecnologías surgidas en ámbitos universitarios, así como la ejecución de proyectos específicos de escalamiento industrial que apoyen la transferencia tecnológica, ejemplos de estos proyectos pueden ser:
- Habilitar la conformación de redes científico-tecnológicas con la participación de investigadores universitarios en la industria.
- Construir incentivos para investigadores universitarios, cuyo objetivo sea asignar recursos económicos a aquellos investigadores que realicen tareas de I+D+i en colaboración con las empresas.
- Fortalecer la infraestructura y equipamiento para I+D+i en las universidades a través de inversiones conjuntas en equipamiento para laboratorios y centros de investigación, para involucrar a la industria en la generación de invenciones que resuelvan las necesidades existentes.
- Crear consorcios con múltiples empresas que patrocinen la investigación aplicada en un campo de interés específico.