Según un reporte de Tower Watson, las organizaciones con una buena comunicación interna tienen un 20% más de probabilidades de tener empleados comprometidos. Eesto contribuye a la transparencia y que los colaboradores estén en la misma sintonía que el negocio; es decir, equipos más productivos. Según McKinsey & Company, puede aumentar la productividad en un 6%, aunque también -desde Deloitte-, se estima que pueden reducir un 10% la probabilidad de tener rotación de personal.
Estos datos muestran que la comunicación interna es una herramienta esencial para el éxito empresarial. Una buena implementación puede ayudar a las organizaciones a mejorar la productividad, la satisfacción de los colaboradores, la satisfacción de los clientes y despertar el deseo de permanencia de los empleados en la empresa.
Pero no se deben dejar de lado sus desafíos principales. Para comenzar, la falta de claridad, ya que a veces la comunicación puede no ser clara o concisa, lo que puede llevar a malentendidos y confusiones; a su vez, puede derivar en una falta de participación, ya que a veces los colaboradores no se sienten comprometidos. También es importante que los equipos de capital humano y comunicación interna trabajen de la mano para saber qué ocurre y diagramar planes de acción que se acoplen a la estrategia.
Cuando nos referimos a los canales de comunicación, debemos tomar todos los que pueden ser útiles para nuestro mensaje, tanto tradicionales -como intranets, newsletters, reuniones con un objetivo claro, capacitaciones, eventos periódicos, entre otros-, como los nuevos -como redes sociales y aprovechar la marca empleadora o plataformas donde se pueda incluir la gamificación-. Pero siempre debemos entender que la comunicación interna es un camino de ida y vuelta, por lo que es clave escuchar y responder a las preguntas y comentarios.
Por otro lado, la incorporación de la inteligencia artificial (IA) en la comunicación interna amplía aún más las posibilidades de mejorar la eficacia y el impacto de este proceso vital dentro de las organizaciones. Aunque si bien la IA puede analizar el comportamiento y las preferencias de los colaboradores en relación con la comunicación, debe sumarse como una herramienta más de la estrategia global y no depender de ella.
Mediante algoritmos avanzados, la IA puede identificar los momentos óptimos para enviar mensajes, seleccionar los canales más efectivos para cada grupo y ajustar el tono y el estilo de comunicación para adaptarse a diferentes perfiles. Además, puede automatizar tareas repetitivas, como el envío de recordatorios o la gestión de calendarios, liberando así tiempo para los equipos de comunicación interna para concentrarse en estrategias más creativas y significativas.
Otro pilar fundamental de una estrategia de comunicación interna efectiva es la recolección y el análisis de datos. La información se vuelve esencial para potenciar la eficacia de la comunicación interna con el respaldo de la IA al recopilar datos sobre cómo los equipos interactúan con los mensajes, qué contenidos resuenan más y en qué momentos se produce una mayor participación.