Cuando hablamos del lado oscuro vemos que existen preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos biométricos. Una amenaza biométrica digital es cualquier amenaza a la seguridad de una persona que involucra la manipulación o el uso indebido de su información biométrica. Esto incluye la modificación o el uso indebido de identificadores únicos, como huellas dactilares, patrones de huellas dactilares, huellas iris, reconocimiento facial y reconocimiento de voz.
Estas amenazas pueden ser creadas, descubiertas o explotadas por cibercriminales o agrupaciones de ciberdelincuencia y pueden tener un impacto significativo en la vida de un individuo, sin dejar de lado el ciberespionaje corporativo o entre países.
A nivel cifras, de acuerdo con el Biometric Threat Intelligence Report de iProov, encontramos que el incremento de la frecuencia de los ataques de inyección digital se multiplicó por cinco, mientras que, si comparamos las amenazas utilizando emuladores para atacar plataformas móviles, entre el primer y el segundo semestre de 2022, aumentó un 149%. Cifras que definitivamente llaman la atención, entendiendo que aún estamos en una etapa temprana a nivel consumidor y obligan a tomar medidas de forma urgente.
Esto se debe a que la seguridad biométrica y sus posibles grietas han ganado popularidad, por lo que las personas están cada vez más conscientes de las amenazas que encuentran en línea, aunque debemos tener en cuenta que la ciberdelincuencia es una organización que busca estar varios pasos delante de los usuarios y las organizaciones. Estas amenazas pueden ser tanto informáticas como físicas, y algunas de ellas pueden ser tan graves como el robo de identidad, el fraude financiero e incluso el secuestro de información sensible.
Las amenazas biométricas digitales pueden venir en muchas formas diferentes. Por ejemplo, los ciberdelincuentes pueden intentar obtener acceso a la información biométrica de una persona, como su huella dactilar o patrón de huellas dactilares, para acceder a recursos sensibles. Esto puede incluir el uso de su información biométrica o ingeniería social para crear identidades falsas o para acceder a información privada. Esta amenaza también puede presentarse como un peligro crítico para la integridad de los datos, ya que, si la información biométrica se modifica, puede invalidar los sistemas de autenticación.
Además, las amenazas biométricas digitales también incluyen el riesgo de que la información biométrica de un individuo se exponga a través de una brecha de seguridad. Si una entidad malintencionada consigue acceso a los datos biométricos de una persona, puede usarlos para realizar actividades ilegales o simplemente venderlos en el mercado negro. Esto incluye el acceso no autorizado a cuentas bancarias, la creación de identidades falsas o el robo de dinero.