En un reciente estudio de IBM se prevé que la tecnología IA genere 31,200 millones de dólares a escala mundial hacia 2025 solo por soluciones o aplicaciones empresariales. Otra rama son los robots con IA que en el discurso más simplista insertan temor sobre la sustitución de la mano de obra humana y la eliminación de puestos laborales; el tema es más complejo, se trata de especialización de la mano de obra y la rentabilidad de la fuente de empleo para ser competitivos en el mercado y sobrevivir.
En una revista europea se contó que un sindicalista de Reino Unido acusó que la digitalización, automatización y gestión a través de algoritmos, “cuando se utilizan juntos… son tóxicos y han sido diseñadas para despojar de sus derechos elementales a millones de personas… conllevan riesgos para la salud física y mental… es un estrés vivir al ritmo de las notificaciones y actualizaciones para que funcione el robot”.
Es como responde el “marchante” en un mercado mexicano: “si te vendo todas las canastas, luego ¿qué vendo?”, o en Canasta de Cuentos Mexicanos, de B Traven, “si las hago en serie llevarán trozos de mi alma y no alcanzará la vida para hacerlo”. Es necesario separar y tener claros los objetivos: IA para ser rentables y competitivos, aumentar la producción para responder a la demanda, y dejar en las manos artesanas y calificadas el detalle de la esencia de los productos y servicios.
El Parlamento Europeo aprobó el primer proyecto en el mundo para regular a la IA y si los 27 países miembros de la Comunidad Europea se ponen de acuerdo, entraría en funciones en 2026. En México ya se trabaja en el tema y en marzo pasado se presentó la primera iniciativa para expedir la Ley de Regulación Ética de la IA y la Robótica, en donde proponen la constitución de un Consejo Mexicano de Ética encargado de avalar las normas oficiales y los argumentos a través de una Red Nacional de Estadísticas en torno al tema.
¿Quiénes son los mejores para argumentar, presentar, analizar y crear normas?, pues el talento especializado en IA y Robótica, seres humanos capaces, certificados y actualizados en los alcances y el desarrollo tecnológico que no se detiene y se demanda para la solución de los problemas de las personas y sus empresas, su desarrollo y sobrevivencia.
Un estudio de Salesforce sobre nuevas tecnologías publicó que en México el 65% de las personas manifiesta confianza en la IA, y encontró que dentro de las empresas se utilizan principalmente en áreas como atención al cliente (50%), ventas y marketing (36%), automatización (33%) y seguridad (31%).
En términos de TI, cuando se alcanza un buen volumen de big data se pueden crear y entrenar algoritmos capaces de realizar predicciones relacionadas con el talento y las capacidades de los trabajadores; para supervisar, evaluar y estimular el rendimiento; para fijar objetivos y valorar los resultados; poner en contacto a empleados con los clientes; observar estados de ánimo y emociones, y encontrar patrones de comportamiento del equipo, que prevean situaciones de salud o acciones de riesgo, entre otras muchas cosas.