Los datos, por un lado, tienen un potencial inmenso para abordar cualquier tipo de desafíos al recopilar y analizar información a gran escala, lo que nos permite obtener una comprensión más profunda de nuestro impacto en el planeta y en la sociedad. Por otro lado, los dispositivos inteligentes, así como los centros de datos con su poder de analítica son los habilitadores para que las iniciativas enfocadas en ESG puedan desarrollarse.
Tomemos como ejemplo a la industria de la salud, gracias a la tecnología podemos acercar los médicos a las personas de forma remota, que es lo que conocemos como telemedicina. Por otro lado, los datos ayudan a los profesionales de la salud a recabar información sobre enfermedades específicas que permiten tomar acciones que repercutan de forma positiva en la salud pública.
Al adoptar enfoques basados en datos junto con el uso de tecnología inteligente, podemos identificar patrones, aprovechar las innovaciones de la Inteligencia artificial, e impulsar los esfuerzos de sostenibilidad, social y de gobernanza tanto a nivel macroeconómico como microeconómico.
Aunque muchas empresas quieren utilizar los datos, la gran mayoría no aprovecha todo su potencial. De acuerdo con un estudio realizado por Lenovo, solo el 23% de las empresas están preparadas para gestionar la información proporcionada por el análisis de los datos, además el mismo número afirma que tiene dificultades para utilizarlos de forma que tengan un impacto humano.
Si bien lo ideal es que se utilice el conocimiento basado en datos en conjunto con la tecnología para hacer frente de una forma más completa a los desafíos de ESG, el uso de dispositivos inteligentes también puede tener un impacto considerable en la resolución de problemas sociales y el fomento de la inclusión de personas y comunidades. Algo tan común como un dispositivo móvil y conexión a internet puede realmente hacer la diferencia.
Hace más de un año, un grupo de voluntarios de distintos países visitó la isla Robinson Crusoe ubicada a 700km de la costa de Chile con el fin de dejar una huella positiva y duradera en la isla mientras trabajaban desde uno de los lugares más remotos del mundo. El proyecto llamado “Work for Humankind” proporcionó a la isla conexión de internet mejorada (de 1Mbps a 200Mbps) y dispositivos móviles para que los voluntarios pudieran trabajar remotamente y a su vez proveer a los habitantes de herramientas tecnológicas para para impulsar la autosuficiencia de la isla y contribuir a transformar los esfuerzos de conservación de la misma.