El decreto ha sido recibido con reacciones mixtas. Algunos sectores han aplaudido la medida, calificándola como un paso importante para mejorar la movilidad en nuestro país. Otros, sin embargo, han expresado su preocupación por la rentabilidad del proyecto, la premura de la solicitud de propuestas, la falta de estudios de factibilidad y el impacto que tendría en el movimiento de carga.
A marcha forzada
Los actuales concesionarios del servicio de transporte ferroviario de carga serán los primeros invitados a presentar propuestas para implementar el servicio de pasajeros. Las propuestas deben ser viables en inversión, tiempo de construcción, modernización de vías, pero deberán ser presentadas a más tardar el 15 de enero de 2024. Esto abre la duda acerca de cuánto interés habrá entre ellos para participar en este proyecto; especialmente por la premura y limitación de tiempo.
Ante la pregunta de qué pasaría si estas empresas que actualmente operan los ferrocarriles en nuestro país no toman la iniciativa, el decreto establece que el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, podría otorgar títulos de asignación a la Secretaría de la Defensa Nacional o a la Secretaría de Marina. El proyecto contempla siete rutas, todas saliendo de Ciudad de México con destino a Pachuca, Monterrey, Veracruz, Querétaro, Guadalajara, Tijuana y Cancún.
Las rutas propuestas correrían en su mayoría por vías férreas que actualmente se encuentran en uso para trenes de cargas y que fueron concesionadas entre 1996 y 1999. Sin embargo, también existen tramos que tendrían que ser construidos y otros tantos reparados. A la par, se deberá trabajar en habilitar las estaciones para pasajeros en los puntos que se tengan como paradas o destinos, adquirir y preparar los trenes para el uso de pasajeros. Por la magnitud de este proyecto, se puede asumir que llevará más tiempo del que le queda al actual gobierno federal. Esto pone en riesgo su continuidad y existe una gran posibilidad de que sea necesario el financiamiento público para llevarlo a cabo.
Debido a la inversión extranjera que está llegando a México con el nearshoring y a que las rutas ferroviarias cruzan a Estados Unidos, el movimiento de carga por este medio de transporte ha ido aumentando. En un comparativo de enero a septiembre de este año respecto del mismo periodo de 2022, hay un incremento de 2.4%, siendo 72% carga internacional. El decreto abre la posibilidad de congestionamiento en algunos tramos ferroviarios, así como la duda de cómo se operará el movimiento de carga, a la luz de que se establece que los trenes de pasajeros serán la prioridad en las vías.