(Expansión) - Como parte de la agenda empresarial, actualmente existen pocos temas con tanta popularidad como la Inteligencia Artificial (IA). Esta herramienta disruptiva está experimentando un crecimiento vertiginoso y es lógico que los equipos directivos se pregunten cómo afectará sus operaciones. Es evidente que la IA tiene el potencial de alterar la forma en que se realiza el trabajo, pero ese potencial debe ir acompañado de un propósito claro. En mi experiencia, es importante que las organizaciones se enfoquen en cómo maximizar esta tecnología mientras mantienen el aspecto humano y priorizan a las personas.
Cómo la Inteligencia Artificial puede fortalecer el enfoque en las personas
Es evidente que la IA tiene el potencial de alterar la forma en que se realiza el trabajo, pero ese potencial debe ir acompañado de un propósito claro.
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Sin duda, la capacidad de la IA para convertir los datos en valiosos resultados es un gran negocio. En un momento en el que la transformación digital está convergiendo con la incertidumbre del escenario laboral, económico y político, las organizaciones deben pensar en estrategias que maximicen la eficiencia, minimicen los costos y los riesgos, y cultiven una fuerza laboral preparada para el futuro. Tener un negocio sostenible y un crecimiento de la capacidad operativa dependerá de un liderazgo que aporte una perspectiva holística y humana, que mejore las realidades experienciales para toda su organización.
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Repensando el trabajo digital
Debemos aclarar una cosa: una integración más profunda de la IA en el mundo laboral no significa un reemplazo del personal. Es probable que haya un porcentaje de tareas que podrían estar respaldadas por herramientas de IA, específicamente los procesos más repetitivos, analíticos o masivos, pero esto logrará aumentar la capacidad de una organización y equipar mejor a los empleados. De este modo, las personas podrían liberarse para enfocarse en tareas de mayor valor, impulsadas por la innovación y la creatividad.
Como líderes, debemos tener en mente que la propuesta de valor de cualquier compañía no proviene de una tecnología en sí, sino de lo que las personas logran con ella, y sin un propósito claro y en concordancia con los objetivos de negocio, corremos el riesgo de desaprovechar todo el potencial de estas herramientas, e incluso perder dinero en inversiones. Las organizaciones tendrán que evaluar cómo la IA podría influir tanto en las funciones internas como en el trabajo de cara al cliente.
Talento y gobernanza
Por otro lado, el uso de IA puede ser altamente efectivo en el desarrollo y gestión del talento. Por ejemplo, la capacidad de la IA para identificar oportunidades de formación para los empleados puede generar un análisis de las habilidades que las organizaciones tienen ahora y las que necesitarán en el futuro. Personalizar esta tecnología puede permitir crear vías de desarrollo profesional que se alineen con la experiencia de los empleados y las necesidades del negocio, manteniendo a las personas al centro de la operación y maximizando las eficiencias en costos.
En el caso de las funciones empresariales que requieren la recopilación, interpretación y limpieza masiva de ciertos tipos de datos para mantener el cumplimiento normativo, las herramientas de IA pueden facilitar su ejecución. Sin embargo, esta tecnología debe adherirse a políticas de acceso y retención claramente definidas y transparentes; con un marco ético y un modelo de gobernanza de la IA adecuados, las empresas podrán explotar esta automatización procurando la supervisión de posibles riesgos y manteniendo un buen manejo de la tecnología.
Esta aplicación se puede extender a los procesos de Recursos Humanos para evaluar el desempeño de la comunicación interna, el cambio de procesos, u otros desafíos invisibles. Al mezclar evaluaciones cuantitativas y cualitativas de la fuerza laboral, los líderes pueden analizar mejor el estado de la cultura y las capacidades organizacionales, y así responder y anticipar oportunidades de forma rápida, profunda y coherente.
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IA y la experiencia del empleado
La adopción de nuevas tecnologías es parte de un estado constante de transformación digital, y como todo en el entorno empresarial actual, las condiciones cambian más rápido de lo que podemos anticipar. Las posibilidades de éxito para nuestras organizaciones dependerán de lo bien que se aborden y reconozcan las preocupaciones emocionales y racionales de los empleados. Un enfoque reflexivo de la integración de la IA puede tener una influencia más positiva en la experiencia general de los empleados.
Habiendo conversado y observado a numerosas empresas para escuchar y analizar los retos a los que se enfrentan, estoy convencido de que no existe un camino único correcto para la adopción de tecnología. Las organizaciones deben considerar abordar la IA con un equilibrio entre el aprecio por su papel en una estrategia integral de fuerza laboral y la consciencia de los desafíos potenciales que pueden presentarse durante el proceso.
En última instancia, la eficacia de la tecnología dependerá de cómo la utilicen las personas. El desarrollo de una estrategia personalizada de capacitación de IA puede ayudar a nuestra gente a concentrarse en tareas de mayor valor y, en consecuencia, a aumentar su confianza y sentido de pertenencia. Implementar medidas que tomen en cuenta sus opiniones y sentimientos sobre la adopción de nuevas tecnologías ayudará a las organizaciones a ajustar su estrategia, y contribuirá a fomentar el éxito a largo plazo de esta nueva era de transformación digital a la que nos enfrentamos.
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Nota del editor: Manuel Solano es Socio Director Regional de EY Latinoamérica y Socio Director General de EY México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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