(Expansión) - 2023 fue un año que se preveía desafiante para los VCs desde el inicio. Al final lo que pasó es que experimentamos un notable aumento en el interés tanto de empresas en búsqueda de capital semilla en etapas tempranas como de aquellas que regresaban para rondas subsecuentes. Muchos emprendedores escucharon bien los consejos y supieron pasar los meses más difíciles que incluyeron mucha incertidumbre global como la guerra en Ucrania y en Israel-Palestina, la estrepitosa caída del cripto, el casi quiebre de Silicon Valley Bank y el sube y baja creado por las noticias en torno a las disrupciones sociales-tecnológicas de la Inteligencia Artificial (IA, pasando por el drama de OpenAI y Sam Altman), con el dinero levantado con anterioridad, además de que se supieron apretar el cinturón para lograr la mayor rentabilidad posible. Sin duda estas serán las que estarán buscando nuevas inyecciones de capital y los VC estaremos contentos de ofrecerlo a aquellos que hayan sabido crecer a pesar de todo.
¿Qué esperar para el 2024 del Venture Capital?
Muchos inversionistas proyectamos que 2023 no sería un año donde se darían demasiadas oportunidades de inversión, en IGNIA probó ser un año interesante para encontrar empresas lean, que resuelven problemas reales y que tienen un track record comprobable de ganancias, por lo que logramos concretar 10 nuevas inversiones en sectores fascinantes como HR Tech, E-commerce, Fintech y áreas adyacentes.
Viendo eso, considero que a pesar que el enfoque clave para 2024 de muchos VC’s se dará en las etapas iniciales de financiamiento, como seed y Serie As, veremos rondas en etapas más tardías consolidando el ecosistema en Latinoamérica. Un enfoque muy particular será en las empresas que usen en su plataforma herramientas de IArtificial. Las diversas verticales que involucran estas herramientas tecnológicas han generado una elevada demanda de rondas tempranas. A pesar de lo anterior el tener un componente de AI no descartará la gran necesidad de que las empresas deberán demostrar un crecimiento y tracción más sólidos. En otras palabras, aquellas que hayan alcanzado sus metas de crecimiento y mantenido el gasto en niveles aceptables probablemente ya estén recibiendo ofertas.
Si consideramos que 2023 podría ser recordado como el "año de la rentabilidad" para los emprendedores, ya que muchas se dedicaron a recuperar agilidad en sus operaciones y volverse más eficientes, podríamos ver a aquellas que no lograron este objetivo buscando financiamiento, vendiendo o incluso reduciéndose. En cambio, para los startups que lograron consolidarse en una estructura ágil y rentable, el año siguiente podría ser de crecimiento, ya que podrán mostrar mejoras en sus márgenes operativos. En otras palabras, si las mejoras implementadas en 2023 funcionan, veremos a estas organizaciones volverse atractivas nuevamente para los inversionistas o incluso considerar.
En cualquier caso, el próximo año podría marcar niveles históricos de eficiencia, con startups cada vez más hábiles para gestionar capital y convertirlo efectivamente en nuevo ingreso recurrente. Incluso podría aventurarme a decir que algunas podrían estar listas para dar el salto hacia la rentabilidad.
Desde mi visión, anticipo un 2024 lleno de potencial de crecimiento para las 10 empresas que hemos incorporado a IGNIA y para los sectores en los que operan. Sin embargo, no dejaremos de prestar atención a nuevas oportunidades, especialmente aquellas que usen IA, ya que, como mencioné, el panorama en América Latina se presenta muy interesante, con el 71% de los startups utilizando ya alguna variante de esta herramienta tecnológica en los últimos años.
Durante nuestra IGNIA Insight Session en TechWeek hace unas semanas, tuve una conversación fascinante con Lorena Sánchez, COO de Erudit; Jean Bernard Roland, CTO de Covalto; y Anibal Abarca, CTO de Wizeline. Establecimos que el impacto económico proyectado de la IA en los próximos 10 años es de alrededor de 21 billones de dólares, equivalente aproximadamente al 2% de la economía global. El impacto que tiene esta tecnología en el desarrollo de empresas es brutal, incluyendo en lo que respecta a eficiencia y por lo mismo a crecimiento.
Como señaló acertadamente Lorena, la IA puede compararse con la llegada de Microsoft a las organizaciones, ya que ayudó a optimizar tareas y democratizó el uso de computadoras. Aunque, al igual que entonces, ha habido una transformación en el empleo, creando nuevos roles. La IA debe ser vista como una herramienta nueva que no solo agiliza procesos internos de las empresas, sino que también se convierte en un atractivo importante para los inversionistas.
Un ejemplo palpable de esta revolución es el sector de infraestructura, donde ya estamos presenciando una creciente necesidad de capacidad computacional para mantener estos nuevos modelos. Aunque el almacenamiento de datos se ha vuelto más asequible, está concentrado en unas pocas compañías en la actualidad. Aunque esto seguramente generará debates sobre la moralidad de la IA en el futuro, por ahora, existe un amplio espacio para el desarrollo dentro de un sector en pleno desarrollo.
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Nota del editor: Fabrice Serfati es Venture Capitalist experto en negocios disruptivos en Latam, Managing Director and Partner en IGNIA Fund, mentor de emprendedores valientes y sobresalientes. Creador del podcast #ReadToLead y del Founder’s Book Club. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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