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Regulación de la IA y el impacto en la inversión global

Lo que las startups pueden esperar es un momento más de ralentización para la caída de capital que tantas de estas empresas necesitan para seguir con su investigación, desarrollo y salidas al mercado.
mar 27 febrero 2024 06:03 AM
Regulación de la IA y el impacto en la inversión global
En el mundo de la inversión de riesgo se busca que las empresas tengan posibilidad de crecer exponencialmente a nivel global, apunta Fabrice Serfati.

Entre diciembre y enero pasados tanto la Unión Europea como Estados Unidos han pasado legislaciones sobre la Inteligencia Artificial (IA). En particular, el nuevo reglamento de la Unión Europea sobre Inteligencia Artificial puede dificultar que las startups en esta vertical consigan dinero de los inversionistas ya que la regulación limita algunas aplicaciones de estas tecnologías, teniendo repercusiones directas en los posibles retornos de inversión para quienes invirtamos en empresas pioneras de IA.

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También conocida como la Ley de Inteligencia Artificial, esta es la primera iniciativa concreta del mundo para regular la IA. Su objetivo, según los reguladores, es convertir a Europa en un centro global de IA confiable estableciendo normas que regulen el desarrollo, comercialización y uso de la IA en la UE. Ésta busca garantizar que los sistemas de IA sean seguros y respeten los derechos y valores fundamentales además de fomentar la inversión y la innovación en IA. Es en este último punto en el que creo que los legisladores europeos se están equivocando, ya que la regulación tan estricta justo está limitando la inversión.

Las reglas que esta Acta de la Unión Europea puso en marcha en diciembre cubren más empresas de las que se pensaba inicialmente, al crear una pirámide de riesgo de empresas, calificándolas desde riesgo inaceptable a riesgo mínimo. Las de riesgo inaceptable, que quedan terminantemente prohibidas, incluyen aquellas empresas que hacen uso de identificación biométrica remota en tiempo real en espacios públicos o sistemas de puntuación social, así como el uso de técnicas de influencia subliminal que explotan las vulnerabilidades de grupos específicos.

Según un reporte de EY Suiza, mientras en un inicio se pensaría que las empresas ubicadas en riesgo inaceptable sería un 15%, son casi el 33% de las empresas de IA las que terminarán cayendo en este rubro.

Como venture capitalist estoy convencido que esto hará que los capitalistas de riesgo limitemos nuestra inversión a empresas de IA en el futuro cercano o hasta que se conozca mejor cómo será la regulación internacional. Si bien el problema ahora es principalmente para las startups que tiene su base u operación total o parcial en el viejo continente, la realidad es que esta Acta posiblemente sea un punto de referencia en otros países y esto tenga una repercusión global en la inversión para empresas de Inteligencia Artificial. Además, en el mundo de la inversión de riesgo se busca que las empresas tengan posibilidad de crecer exponencialmente a nivel global, y restar a Europa de esta ecuación no es para nada una buena idea.

Sabemos ya de varias empresas de IA que han frenado su ritmo de crecimiento debido a estas nuevas reglas. Algunas empresas están ya pensando en mudar su negocio fuera de Europa, con la esperanza de que esta dura reglamentación no se propague a nivel global. Lo que me parece una consecuencia inmediata de esta legislación es que Europa limitará su crecimiento en temas de investigación e inversión en IA, lo cual será una oportunidad que seguramente Estados Unidos aprovechará. Lo que he podido observar de la postura de la regulación estadounidense al respecto es mucho menos restrictiva y permitirá el crecimiento de la industria en verticales que claramente en Europa ya es imposible.

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Si bien es cierto que existen riesgos latentes en el desarrollo de la IA, la cual está transformando nuestro mundo de maneras sin precedentes -desde la atención médica personalizada hasta los coches autónomos y los asistentes virtuales-, esta tecnología se está volviendo omnipresente en nuestra vida diaria. Como la historia lo demuestra, una vez que una tecnología es lanzada al mundo es prácticamente imposible echarla atrás. Considero que la regulación es importante pero que la misma no vaya en detrimento de la competencia y la innovación.

Como venture capitalist, comprendo los riesgos, pero me parece aún más riesgoso el generar legislaciones que quizá con buena intención, terminan por jugar en detrimento de la libre competencia del mercado. El hecho de que estas regulaciones eviten o disminuyan el capital para startups de avanzada que desarrollan modelos de IA distintos a los que generan los grandes capitales, como OpenAI o Google con Gemini, hace que el monopolio de estas tecnologías quede solo en manos de algunos. Otras opciones disidentes se verán limitadas, tendrán menos capacidad de lobbying con los gobiernos lo que eventualmente jugará en contra para los consumidores finales y para aquellos preocupados por los derechos y la igualdad.

Por ahora lo que las startups pueden esperar es un momento más de ralentización para la caída de capital que tantas de estas empresas necesitan para seguir con su investigación, desarrollo y salidas al mercado. En Latinoamérica seguimos en pañales en cuanto a estas leyes, pero habrá que esperar y ver cómo reaccionan los creadores de políticas públicas al respecto.

Finalmente, en este negocio donde invertimos y nos asociamos con los emprendedores el aspecto humano vuelve a ser un factor fundamental del éxito de estas inversiones. Ante situaciones como la legislación europea, ser testigo de cómo los equipos de las startups redefinen sus enfoques y sus esfuerzos comerciales, cómo atacan nuevos negocios potenciales, cómo modifican sus productos, todo en cuestión de días, es la confirmación que su resiliencia y enfoque es lo que define el mundo de los negocios y le da forma al mundo.

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Nota del editor: Fabrice Serfati es Venture Capitalist experto en negocios disruptivos en Latam, Managing Director and Partner en IGNIA Fund, mentor de emprendedores valientes y sobresalientes. Creador del podcast #ReadToLead y del Founder’s Book Club. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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