Se enseña en las escuelas de periodismo que una noticia es un evento antes desconocido que tiene un impacto en la vida o en el interés de un sector más o menos amplio de la sociedad y que es dado a conocer de manera masiva a través de algún medio de comunicación (incluidas las redes sociales).
La confianza en las noticias
El típico ejemplo de lo que es noticia no es que un perro muerda al cartero, sino que el cartero muerda al perro. El periodista Carlos Marín expresa en su “Manual de Periodismo” que “la noticia es un escrito veraz, oportuno y objetivo” y explica que debe ser veraz porque debe transmitir el hecho sin mentir o tergiversar; oportuna porque se refiera a un acontecimiento recién acaecido, y objetiva porque no admite opiniones, juicios o calificativos.
En la actualidad -y gracias a la difusión de “noticias” en las redes sociales- la sociedad no puede estar segura de que la información que recibe es una noticia real (verificada y sustentada) o, como dice Marín, veraz, oportuna y objetiva, como lo pudimos ver durante el proceso electoral en México.
No sorprende que, según el reconocido informe anual de una agencia informativa internacional, publicado en junio pasado, la confianza en las noticias ha experimentado un declive en México (y en el mundo) en los últimos años y, durante el reciente proceso electoral, solo 35% de los mexicanos creyeron en las noticias. El consumo de medios tradicionales como la televisión y los periódicos en papel bajaron tres y dos puntos respectivamente e Internet fue la principal fuente de noticias para 8 de cada 10 mexicanos. Cada vez más jóvenes emplean las redes sociales para mantenerse informados
El impacto de la desconfianza en las noticias en la sociedad mexicana es significativo. Me parece que una de las principales causas de ello es la polarización y división que ha generado la actual administración gubernamental. Efecto de ello es que las personas tienden a creer sólo en las fuentes que confirman sus propias opiniones o convicciones, lo que dificulta el diálogo constructivo y la búsqueda de soluciones comunes.
Otro factor sobre el descrédito en las noticias puede ser la desinformación que por lo regular se generan en las redes sociales y que producen desconfianza. No es raro que por desinformación, o por creer afirmaciones infundadas, se produzcan teorías de conspiración y se multiplique la desinformación.
Pero el problema de la desconfianza en las noticias no recae en su totalidad en los medios de comunicación sino en la credibilidad de la fuente informativa. Cuando se produce un hecho que significa noticia, siempre hay un vocero que se encarga de suministrar la información a los medios de comunicación para explicar la situación, sustentándola con datos duros y evidencias. Pero si dicha información no está verificada o es manipulada deliberadamente para crear una falsa imagen, el medio de comunicación no tiene por qué saberlo en el momento, hasta que con el tiempo se revela la realidad. Es entonces que la sociedad en su mayoría piensa que el medio mintió.
Si la sociedad no confía en la información proporcionada por las autoridades, puede haber una respuesta inadecuada a situaciones como pandemias o desastres naturales. Pensemos por un momento en la información que la sociedad mexicana recibió durante la pandemia de Covid-19: “Ya domamos la pandemia”, “Dense abrazos y besos, no pasa nada”, “No voy a vacuna a mis nietos”, etc. Los medios de comunicación transmitieron esos mensajes porque eran lo que, en su momento, constituían noticia, pero en realidad la fuente informativa estaba manipulando la información posiblemente para no crear una especie de psicosis.
Seguramente por ello es que el informe señala que la confianza del consumidor mexicano en las noticias cayó 15 puntos porcentuales durante el actual sexenio; mientras en 2018 un 49 por ciento de los entrevistados en México dijo confiar en las noticias, para 2024 la cifra cayó a 35%.
No obstante, me parece que los públicos en México siguen confiando más en las noticias o información que se difunde en los medios tradicionales (diarios, revistas, radio y televisión) que en las redes sociales de donde suele surgir información falsa que genera desconfianza.
La confianza en las noticias es crucial para una sociedad informada y activa. Cuando la confianza disminuye, las personas pueden volverse apáticas o desinteresadas en los asuntos públicos, lo que afecta la participación ciudadana y la toma de decisiones informada. Por eso es importante evaluar críticamente las noticias que se nos ofrecen y buscar fuentes confiables con las cuales poder corroborar la veracidad de la información, especialmente cuando las redes sociales juegan un papel significativo.
En resumen, la confianza en las noticias es esencial para una sociedad saludable y bien informada. Es importante fomentar la alfabetización mediática y buscar fuentes y medios confiables para tomar decisiones informadas.
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Nota del editor: Mario Maraboto Moreno es Licenciado en Periodismo por la UNAM. Investigador Asociado en la Universidad de Carolina del Norte. Autor del libro "Periodismo y Negocios. Cómo vincular empresas con periodistas". Consultor en Comunicación, Relaciones Públicas y situaciones especiales/crisis desde 1991. Escríbele a su correo mmarabotom@gmail.com y síguelo en X como @mmaraboto . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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