El peso amaneció el 5 de agosto con una estrepitosa, pero esperada, depreciación con relación al dólar. Rozando los 19.40 pesos por unidad, los usuarios en redes sociales no tardaron en señalar culpable al anuncio de desaceleración económica de la Oficina de Estadísticas del Trabajo en Estados Unidos. Pero este fenómeno tiene más relación con cambios en las políticas monetarias internacionales, temas todavía muy sofisticados para los usuarios en redes sociales.
El lunes negro de los mercados financieros
Tan pronto como el Índice Nikkei comenzaba sus operaciones en la jornada del lunes 5 de agosto, por los husos horarios, el mundo occidental se tambaleó desde la tarde del domingo, mientras las redes sociales ya anticipaban nerviosismo por el posible colapso de los mercados financieros desde los primeros minutos de su apertura. El intercambio de divisas, consecuencia casi mecanizada de la especulación financiera, anunciaba pérdidas severas para el peso mexicano ante el dólar americano.
La realidad es que los mercados financieros anticipan movimientos de política monetaria, pero los usuarios en redes sociales no identifican los detonantes específicos de la depreciación de la moneda. El peso mexicano sí resintió la noticia de la posible recesión en Estados Unidos, pero el motivo de la estrepitosa pérdida tiene raíz en las tasas de interés. El Banco Central de Japón elevó 0.25% la tasa de interés referencial y redujo la emisión de bonos; estas subidas del valor del yen responden a la tendencia de la política monetaria en Japón desde marzo de este año, que empezó a subir la tasa de interés después de 17 años de mantenerla en cero.
México tiene una tasa de interés de referencia de 11%, además de ser una moneda de alta liquidez, es decir, de fácil intercambio en los mercados de divisas. Esto provoca un efecto llamado carry trade: los inversionistas piden prestados bonos en yenes (con una tasa de interés casi nula) para cambiarlos por pesos mexicanos, garantizando ganancias de casi el 11% del valor de la transacción. Si el Banco Central de Japón cambia la política monetaria, el peso mexicano ya no es tan solicitado en los mercados, por lo tanto, ya no tendrá tanta liquidez.
Cualquier inversionista que siga tableros de información financiera, no importa el origen, puede identificar los riesgos de los mercados de divisas que tienden a ser volátiles con los cambios en la política monetaria. Pero usuarios de redes sociales amateurs en los temas financieros tienden a señalar eventos políticos como desencadenantes de las crisis financieras.
De acuerdo con la plataforma Brand 24, casi todas las interacciones relacionadas con temas financieros son opiniones de los usuarios. Y es verdad que muchos de los puntos de vista sobre temas económicos son subjetivos o imprecisos. Las elecciones en Estados Unidos y la posible recesión económica sí son factores de inestabilidad en los mercados financieros, pero las divisas responden más rápido a los cambios en políticas monetarias, que son temas más sofisticados de entender para las audiencias en redes sociales.
Desde el 28 de agosto, la plataforma Brand 24 reporta que los temas relacionados con el tipo de cambio en México registraron un alcance mayor en comparación con semanas anteriores. Sin embargo, las interacciones con este tema crecieron exponencialmente hasta el lunes 5 de agosto, cuando los mercados financieros alrededor del mundo tuvieron una de sus peores jornadas en dos años.
El peso perdió el 4.2% de su valor frente al dólar estadounidense, cotizando hasta los 19.35 pesos por dólar. Esta depreciación es el episodio inmediato a las reacciones de los mercados financieros por el triunfo de Claudia Sheinbaum en las pasadas elecciones del 2 de junio. Las opiniones en redes sociales, en específico de X, parecen tener efectos sobre las decisiones de los inversionistas en mercados de alta especulación, como las divisas. Alrededor del 30% de los temas relacionados con economía y finanzas en México se discuten más en X que en cualquier otra red social.
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La posible recesión en EU, el tema que se debe mantener sobre la agenda electoral
Independientemente de las reacciones de los usuarios en redes sociales sobre temas económicos y financieros, Estados Unidos sí está enfrentando el esbozo de una recesión. La Oficina de Estadísticas Laborales en Estados Unidos publicó datos inquietantes el pasado viernes 2 de agosto: la tasa de desempleo bajó 4.3%, esto quiere decir que se añadieron a 114,000 empleos al mercado laboral; 61,000 menos de los esperados para este pasado julio. Los números no son alentadores para los mercados financieros, porque la tendencia a la baja de los indicadores esenciales de crecimiento económico parece marcar una inminente recesión a cara de las próximas elecciones del 4 de noviembre.
Para Trump y los republicanos, es el encuadre perfecto para sus señalamientos hacia la economía estadounidense. El mercado laboral está viviendo un retroceso derivado por la constante alza de las tasas de interés: La Reserva Federal Estadounidense tiene como mecanismo de control elevar el costo de los créditos cuando los indicadores de inflación son mayores a las expectativas anuales. Las tasas de interés altas desalientan la inversión y todo lo que conlleva, como la contratación o ampliación de los procesos productivos de las empresas e industrias.
Una posible recesión no tendría nada que ver con la migración en Estados Unidos, tampoco con la recolocación geográfica de la inversión en ciertas industrias. Pero el nudo económico en la narrativa de Trump es algo que ningún asesor de campaña desaprovecharía, sobre todo si las estadísticas pueden sacarse de contexto. México, país amenazado por la candidatura de Donal Trump, sufre un riesgo fantasma por el nearshoring aun sin consolidarse como política económica.
Apenas se esboza la certidumbre contractual para que las industrias migren algunas plantas productivas y de almacenamiento, pero la historia donde México es antagonista económico de Estados Unidos es un argumento que debe esperarse en los próximos eventos de campaña de Trump. Mientras tanto, los mercados de divisas en México sucumbieron ante el anuncio del Bureau of Labor Statistics del viernes pasado. Se espera una inminente recesión económica en Estados Unidos en la puerta de las elecciones estadounidenses.
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Nota del editor: Alejandra G. Marmolejo es profesora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno e investigadora del Observatorio de Medios Digitales del Tecnológico de Monterrey. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.