El cambio como eje de la cultura organizacional
La estrategia competitiva, como la definió Michael Porter, se centra en lograr una ventaja sostenible mediante la diferenciación o el liderazgo en costos. Las empresas que dominan esta disciplina entienden cómo crear valor para sus clientes de manera única o cómo optimizar sus procesos para reducir costos, manteniendo la calidad del producto o servicio. Estos enfoques, aunque distintos, comparten un denominador común: requieren un entendimiento profundo del entorno competitivo, los recursos internos y las capacidades organizacionales.
En este sentido, una estrategia competitiva efectiva implica también anticiparse a los movimientos del mercado y actuar con agilidad frente a cambios tecnológicos, económicos o regulatorios. La clave está en abrazar el cambio como parte de la cultura organizacional. Empresas mexicanas como Bitso, Clip, Kavak, Konfío, Merama y Stori son ejemplos inspiradores de cómo una visión estratégica clara puede transformar organizaciones en unicornios, alcanzando valoraciones de más de mil millones de dólares en menos de 10 años y sin haber sido vendidas a terceros.
¿Qué tienen en común estas empresas? Han hecho del cambio estratégico una práctica cotidiana, ajustando continuamente sus objetivos, procesos y estructuras para adaptarse y liderar en sus mercados. No se trata solo de reaccionar a los cambios externos, sino de anticiparse y capitalizarlos.
Las empresas unicornio han abrazado el cambio como una forma de hacer negocios. El cambio estratégico se refiere al proceso donde una organización redefine sus objetivos, estructuras y procesos para adaptarse a nuevas realidades del mercado. Este cambio puede ser incremental, con ajustes menores y continuos, o radical, como el que viven las empresas unicornio, implicando una reestructuración fundamental de la forma en que opera la empresa.
El proceso requiere una gestión efectiva del cambio organizacional, que conlleva preparar a los empleados, alinear los recursos y comunicar de manera clara los objetivos y beneficios de la nueva estrategia. Esto es particularmente desafiante en empresas grandes o familiares, donde las estructuras jerárquicas o las dinámicas internas pueden dificultar la implementación de cambios profundos.
El papel de la colaboración Universidad–Empresa
La investigación académica desempeña un rol crucial en el desarrollo de nuevas perspectivas y herramientas para abordar los retos relacionados con la estrategia competitiva y el cambio estratégico. Congresos como el Strategic Management in Latin America 2024, sucedido en la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara, ofreció un foro para compartir investigaciones, casos prácticos y mejores prácticas en áreas de finanzas, mercadotecnia, desarrollo organizacional, internacionalización y emprendimiento. Estos eventos permiten a los académicos y practicantes interactuar, aprender y cocrear soluciones innovadoras para los desafíos empresariales actuales.
Durante el congreso, se destacó la importancia de adoptar un enfoque integral para la estrategia. Además, se presentaron estudios que subrayan cómo el cambio estratégico, cuando está respaldado por un liderazgo visionario, aprendizaje continuo y una cultura organizacional flexible, puede convertirse en una ventaja competitiva.
En ese sentido, para lograr un crecimiento sostenible en 2025, las empresas mexicanas deben apostar por estrategias competitivas claras, adopción del cambio estratégico y colaboración proactiva con universidades.
En un mundo donde el único factor constante es el cambio, las empresas deben desarrollar agilidad estratégica, es decir, la capacidad de equilibrar la estabilidad operativa con la flexibilidad para adaptarse rápidamente a nuevas condiciones. Esto no solo implica estar preparados para los cambios, sino también tener el coraje de liderarlos.