Pero, ¿qué sigue?
En síntesis, la potencia de cómputo que ha permitido dichas funciones se multiplicará exponencialmente con la transición del procesamiento digital al cuántico y el Mundo no volverá a ser igual en los próximos años.
Fundamentalmente, analizar y reorganizar información con “unos y ceros” nos ha permitido desarrollar instrumentos como teléfonos inteligentes y computadoras modernas, los cuales brindan soluciones muy potentes de todo tipo. Por ejemplo, una llamada, una operación en una calculadora o simplemente navegar por internet, es posible gracias al procesamiento de datos codificados con solo dos dígitos (1 y 0).
Ahora, lo que admite la computación que utiliza propiedades cuánticas es un procesamiento con muchos más posibles arreglos para ordenar la información, considerando señales que se encuentran entre el 0 y el 1. Además, gracias a la propiedad conocida como “entrelazamiento”, dichos datos pueden conectarse e interactuar de forma coordinada y en diferentes capas de procesamiento paralelas al mismo tiempo.
En términos propios, la computación cuántica utiliza qubits, que pueden existir en estados de superposición (0 y 1 al mismo tiempo) y estar entrelazados, lo que permite procesar grandes cantidades de información simultáneamente.
Con esto, se pueden realizar cálculos extremadamente complejos mucho más rápido que las computadoras clásicas, lo cual podrá revolucionar todos los campos de las ciencias y la filosofía.
Actualmente, uno de los avances más significativos en este campo es Willow, el chip cuántico de Google, el cual, con sus 105 qubits, ha demostrado la capacidad de realizar en menos de cinco minutos cálculos que tomarían a los superordenadores actuales aproximadamente 10 septillones de años.
Ahora, estas son solo algunas de las profundas posibilidades que requieren una inmensa capacidad de cómputo y que esta inercia tecnológica podría resolver en los próximos años:
- Erradicar enfermedades como el cáncer o el Alzheimer, simulando y detectando los procesos biológicos implicados.
- Diseñar sistemas de producción autosostenibles con una muy alta eficiencia energética que permitan satisfacer de forma continua e infinita las necesidades de alimentación y supervivencia de la humanidad entera.
- Crear experiencias inmersivas irreconocibles de la realidad a través de metaversos simulados.
- Dispositivos neurales avanzados para comunicarnos telepáticamente entre nosotros y con las computadoras.
- Comprender y reordenar los patrones biológicos que provocan el envejecimiento y encontrar la llave para la inmortalidad biológica.
- Crear robots y tecnologías que asistan al ser humano y la vida en todas las tareas cotidianas y avanzadas.
- Responder a las preguntas más intrigantes de la historia del pensamiento humano como el origen del universo, la vida y la consciencia.
- Conquistar y “terraformar” otros planetas.
- Muchos más alcances inimaginables.