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El futuro del SaaS no es el software, es el impacto

El modelo de negocio de las plataformas tecnológicas está cambiando de raíz. Muy pronto, ya no se tratará de rentar software, sino de entregar resultados medibles.
mié 11 junio 2025 06:01 AM
El futuro del SaaS no es el software, es el impacto
El futuro pertenece a quienes se atrevan a cobrar (y a cobrar bien) por impacto. Porque en este nuevo juego, el software no solo se usa: entrega resultados. Y esa diferencia lo cambia todo, considera Fabrice Serfati.

Desde hace algunos años tengo la fortuna de que me invitan a las Stripe Sessions en San Francisco. Es un evento increíble en donde Stripe, la empresa referente en temas de pagos a nivel global presenta sus nuevos productos. Es una súper oportunidad para ver las tendencias en términos de pagos y de servicios financieros en general.

Este año el evento reunió a emprendedores, tecnólogos e inversionistas para explorar hacia dónde va el futuro del software. Más allá de las demos impresionantes o de las pláticas sobre Inteligencia Artificial (IA), me llevé una idea que me ha rondado en la cabeza desde entonces: el modelo de negocio de las plataformas tecnológicas está cambiando de raíz. Muy pronto, ya no se tratará de rentar software, sino de entregar resultados medibles.

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El modelo SaaS (Software as a Service), que inició a principios de los 2000 por compañías como Salesforce, revolucionó la forma en que las empresas accedían a herramientas digitales. Pero hoy, más de dos décadas después, muchas compañías ya no están dispuestas a pagar por usar software; quieren pagar por lo que el software logra. El viejo esquema de “te rento mi plataforma, tú ve cómo le sacas valor” está dando paso a un modelo donde el éxito ya no se promete: se factura.

La IA está acelerando esta transformación. Como las plataformas ahora pueden personalizarse en tiempo real y aprender del comportamiento del usuario sin intervención humana, es posible construir modelos de negocio que cobren, por ejemplo, no por mandar mensajes de cobranza, sino por el monto efectivamente recuperado. En lugar de pagar por una campaña digital, las empresas quieren pagar por conversión. Y eso cambia todo.

Es el nacimiento de lo que algunos ya llaman performance as a service (PaaS). Un modelo en el que ya no compras acceso a una plataforma, sino que te asocias a su capacidad de lograr un resultado. Esto exige una nueva mentalidad para los emprendedores: ya no basta con construir tecnología funcional; hay que demostrar impacto.

Durante los Stripe Sessions vimos ejemplos concretos: agentes IA capaces de ejecutar compras en el momento óptimo, eliminar fricciones en la cadena de pagos o actuar directamente desde la lectura de un artículo. Todo sin intermediarios. Imagina comprar un vuelo sin pasar por una agencia o un metabuscador: simplemente configuras un agente con tus preferencias y dejas que optimice por ti, incluso mientras duermes.

Esta automatización también redefine cómo medimos el valor de la publicidad. Facebook ya no podrá convencerte solo con métricas de alcance: tendrá que demostrar cuánta joyería, cuántos seguros o cuántos cursos se vendieron a partir de un anuncio. Amazon ya lo hace. Gracias a que controla tanto el canal publicitario como el canal de venta, puede ofrecer a las marcas una trazabilidad completa: sabe exactamente cuánto vendió cada proveedor por cada peso invertido en su plataforma, y cobra en consecuencia. Este modelo de closed-loop attribution ha convertido a Amazon en un referente del marketing basado en resultados.

Está muy claro que esta evolución puede llevarnos a nuevas formas de concentración y dependencia. Si todos nuestros agentes de compra están regidos por las grandes plataformas, podríamos pasar de tener mayor poder de decisión a quedar atrapados en un ecosistema cerrado, donde los algoritmos negocian entre sí y los precios dejan de ser transparentes.

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Pero todavía estamos a tiempo. Mientras se mantenga la posibilidad de elegir, de crear nuevos modelos de negocio y de diseñar agentes que respondan a nuestros intereses (no a los de las plataformas), esta transición puede abrir enormes oportunidades para fundadores, empresas y usuarios.

Lo que es claro es que el modelo de cobrar por acceso ya no alcanza. El futuro pertenece a quienes se atrevan a cobrar (y a cobrar bien) por impacto. Porque en este nuevo juego, el software no solo se usa: entrega resultados. Y esa diferencia lo cambia todo.

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Nota del editor: Fabrice Serfati es Venture Capitalist experto en negocios disruptivos en Latam, Managing Director and Partner en IGNIA Fund, mentor de emprendedores valientes y sobresalientes. Creador del podcast #ReadToLead y del Founder’s Book Club. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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