Aunque las condiciones climáticas representan el principal freno, el directo aseguró que eso no significa que Uber Air tarde o temprano opere en el país y dado el nivel de data, visibilidad y acceso de Uber, su entrada al país podría ser mucho más acelerada.
“Todos los elementos de Uber Air son muy complejos: las naves, la gente, la regulación y el clima. Si uno falla nada del programa funciona, por eso preferimos arrancar los pilotos en espacios en los que los niveles de complejidad los podemos reducir o manejar, y a medida que recabamos información y datos de vuelo iremos mejorando la tecnología para entrar en mercados o zonas más complejas”, comentó Allison.
Para Uber la promesa de Uber Air implica más que solo desarrollar aeronaves de despegue vertical eléctricos. La existencia del servicio requiere el desarrollo de nuevas leyes que contemplen los vuelos e incluso el tipo de materiales, baterías que usarán las aeronaves; sin contar con la posible capacitación de pilotos e incluso el desarrollo de nuevos edificios, centros comerciales o espacios públicos que actúen como zonas de despegue y aterrizaje del servicio.