De acuerdo con las compañías las partes involucradas deben estar de acuerdo en este rastreo, sin embargo al ser una solución que se podrá descargar directamente con la actualización del sistema operativo de cada uno de los ecosistemas, la oportunidad de mantener el rastreo será casi imperceptible para los usuarios.
“Una vez que se haya legitimado la idea de que su dispositivo Google o Apple se ha convertido en la plataforma de autenticación predeterminada para comunicarse con las instituciones de atención médica en su país será fácil agregar más capas, más servicios, y al ser útiles será muy fácil aceptarlos. Aunque ambas empresas han dicho que no ven datos sensibles, el tener acceso a esa gran base de datos les permite idear soluciones que deberían corresponder a gobiernos e instituciones”.
La tercera etapa que tendrán las empresas será la publicación de los análisis que se hagan.
“A través de una estrecha cooperación y colaboración con desarrolladores, gobiernos y proveedores de salud pública esperamos aprovechar el poder de la tecnología para ayudar a los países de todo el mundo a frenar la propagación de COVID-19 y acelerar el regreso a la vida cotidiana”, precisaron las empresas.
Si bien la acción es buena, los alcances del poder de ambas empresas se evidencian ante gobiernos e instituciones, pues gracias al acceso que tienen en dispositivos les es posible desarrollar ésta solución y además idear en el futuro herramientas nuevas que no podrían pensarse sin el acceso a toda la data que ya tienen. Pese a la beneficios que éstas tecnologías puedan traer en el manejo y diagnóstico de la actual pandemia, la privacidad de los datos, aún queda en entredicho.