Este simulador de vuelo te llevará por unos tutoriales antes de volverte un piloto novato. Después podrás elegir el avión que desees volar, los cuales van desde un Boeing hasta un Airbus, de turbohélice pequeños y de propulsión. Una vez teniendo la aeronave podrás elegir tu aeropuerto de salida y llegada en cualquier parte del mundo.
En mis horas de vuelo pude ver desde los Himalaya, las luces nocturnas de Nueva York y distintos desiertos. Prácticamente el mundo queda a tu alcance y, para lograrlo, Microsoft utilizó un mapa a escala completa de todo el mundo.
Microsoft Flight Simulator es un juego que tiene un inicio complejo para quien no esté acostumbrado a este tipo de simulaciones y los viajes duran mucho tiempo -algunas veces horas- dependiendo de las distancias entre origen y destino. Además, requerirá gran parte de tu concentración debido a que debes estar pendiente de los sistemas electrónicos del avión, las palancas, los indicadores y las indicaciones que se dan desde las torres de control en las que se te informará sobre el plan de vuelo y el tráfico aéreo.
El juego es enorme y no solamente por la parte de la exploración. Necesitarás mucho espacio para poder instalarlo en tu computadora y para ejecutarlo en tu configuración más alta. El simulador pesa 150 GB y los tiempos de carga para iniciar en un mapa no son tan rápidos, por lo que no te extrañes si debes esperar alrededor de cinco minutos para iniciar la partida.

Una recomendación es jugarlo conectados a internet porque así descarga en tiempo real la información meteorológica, el tráfico aéreo y el paisaje. Así, aunque vueles la misma ruta, no será la misma experiencia. El modo libre es quizá el más interesante para aquellos que gusten de explorar, aunque el juego también permite superar retos y realizar trayectos predeterminados.