Durante sus primeros tres años de operación, en su natal Argentina, Ualá logró captar a 6% del mercado potencial de usuarios fintech, cerró una ronda de inversión serie C por 150 millones de dólares por parte de Softbank y el conglomerado chino Tencent y se colgó el distintivo como el prometedor “sexto unicornio” de su país. Pierpaolo Barbieri, fundador de esta fintech, advierte que la clave para que Ualá tuviera éxito fue crear un producto que resonara con la población local.
Para el fundador de 33 años, quien ahora apuesta por expandir su negocio a través del mercado mexicano, esta fórmula de traducir una solución universal para cerrar la brecha financiera a las necesidades locales es la clave para hacer que Ualá resuene con los consumidores no bancarizados del país.
“El COVID aceleró la adopción del dinero digital y aceleró nuestros planes para llegar a México y creemos que es el momento preciso para revertir la inequidad de sociedades donde solo el 50% de la gente tiene acceso a servicios financieros. Pensamos que podemos ofrecer un mejor servicio, inclusivo para todos esos usuarios que los bancos no atendieron y queremos emitir 30,000 tarjetas Ualá antes de que terminé 2020”,proyectó Barbieri que contó que traer Ualá a México fue un plan que empezó hace 18 meses y en ese tiempo fueron armando un equipo local en el país que ya suma 20 personas.