Bajo la premisa que el gaming se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas, Nvidia ha dirigido sus esfuerzos para lograr que su tecnología de ray tracing, o RTX, esté presente en cada vez más juegos de todas las categorías, y lo ha logrado en gran medida. Si bien la industria de los videojuegos ya había rebasado los niveles de audiencias de los deportes, el encierro causado por COVID-19 contribuyó a que los números aumentaran, generando demanda por más juegos, pero también por una mejor experiencia en sus gráficos.
Apenas unos meses atrás Nvidia presentaba su nueva arquitectura Ampere, en las tarjetas GeForce RTX 3070, 3080 y 3090 -con algunos problemas de desabasto iniciales- con las que presumía gráficos mejorados en juegos como Cyberpunk 2077. Entre los primeros anuncios de Nvidia están los nuevos juegos que soportan este par de tecnologías, como Call of Duty Warzone, en resolución 4K.
De acuerdo con la firma de análisis Newzoo COVID-19 logró que 2,800 millones de gamers impulsaran una industria que alcanzó los 189,300 millones de dólares.