Pensar en todos los móviles
Free Fire ha optado por la “democratización” del juego y ha elegido las características que funcionan en móvil, especialmente en un país como México, donde de acuerdo con el reporte de We Are Social y Hootsuite, hay 115 millones de celulares en el país y el 67% de los usuarios de entre 16 y 64 años los usan para jugar.
Otro punto relevante es que la experiencia del usuario no se altera en función de gama del móvil. Si consideramos Call of Duty o Fortnite otorgan una jugabilidad muy distinta en función de las capacidades técnicas del equipo, la memoria interna, RAM o el tamaño de pantalla tienen un papel crucial con el desempeño del juego. Sin embargo, Free Fire, al tener gráficos sin grandes niveles de detalle y con un requerimiento mínimo de 500 Mb de capacidad, permite que todos los usuarios accedan a la misma jugabilidad, sin importar si es de gama alta o baja.
Adicionalmente, el tiempo destinado a cada partida de Free Fire es significativamente más bajo. Mientras que una partida promedio en PUBG se encuentra entre los 25 y 35 minutos, en Free Fire ronda los 18 minutos. En principio, por tener 50 participantes por juego contra los 100 o 150 jugadores de los Battle Royale en general, se generan salas más rápidas y tiempos de carga más cortos. Esto ocasiona dos efectos: por un lado, más partidas en menos tiempo, pero al mismo tiempo el usuario se mantiene más tiempo frente a la pantalla.
Este juego también considera de forma importante la personalización, un modelo de micro transacciones que ha mostrado ser eficiente no sólo en la capacidad de recaudación, sino que lo hace sin ofrecer ventajas a los jugadores pagos contra los no pagos. Esto genera una deseabilidad por parte de los usuarios por personajes premium pero que se combina con elementos gratuitos y alcanzables por habilidad. Free Fire no solo ofrece elementos de personalización del juego que van desde ropa, skins o mascotas, sino que lo complementa con una múltiple cantidad de personajes y roles en el juego.
Además, las colaboraciones y cruce de marcas suponen atracción de nuevos usuarios y retención de otros, recientemente la alianza de Fortnite con Marvel en su temporada pasada, con la aparición de Thor y Iron Man, o la actual, con Disney y The Mandalorian, logró sumar 350 millones de jugadores en la plataforma.
Free Fire utiliza un método similar generando relaciones globales con Cristiano Ronaldo o Attack on Titan y complementando con alianzas que lo posicionen de forma local, como la serie “La Casa de Papel” y en México con Franco Escamilla o El Escorpión Dorado.
También el sistema competitivo ha jugado un papel crucial en el desarrollo de juego, por ejemplo, la Liga Latinoamericana de Videojuegos declaró que la competencia para Free Fire League 2021 batió un récord de inscripciones en las versiones preliminares, en Argentina, Chile, Perú, México, Colombia y Centroamérica con un total de participantes muy cercano a los 47,000 y un aumento del 122% contra el mismo torneo del año anterior.
Free Fire parece haber descubierto la fórmula de los juegos: combinar aspectos de personalización y juego casual, combinarlo con esquemas competitivos para “core gamers” y centrarse en el sector de mayor crecimiento y adopción en México y el mundo, los jugadores en móvil.
Esta popularización puede tener dos extremos, por un lado, acercar a nuevos públicos a los juegos y fortalecer la industria, pero por otro lado proponer modelos simplones de juego, que desincentiven a crear juegos distintos, elaborados o con historias emocionantes y solo seguir “la receta que funciona”.