Desde hace unas semanas, Google prometió abandonar las cookies de terceros, con las cuales rastrea la actividad de los usuarios por la web para ofrecerles publicidad afín a sus intereses. Si bien la eliminación de este elemento puede resultar desfavorable para los modelos de negocios, también es una oportunidad para que el comercio electrónico sea más transparente y tengan al usuario en el centro de la experiencia.
Así lo menciona Annette Franz , directora ejecutiva de CX Journey, una consultora de estrategias de experiencia de cliente, quien acepta que la desaparición de las cookies tendrá un impacto para los negocios, pues se limitará la recolección de información durante su navegación en internet; sin embargo, esto abre la puerta a una perspectiva por parte de las marcas, donde se priorice la opinión de los clientes.
“Las marcas deben poner atención en que obtengan una mejor retroalimentación en sus sitios web o apps móviles. Siempre podemos preguntar para mejorar y el tema de las cookies se puede contrarrestar con retroalimentación” explica la especialista, quien dice que se deben establecer alternativas más directas para escuchar y entender a los clientes en el entorno digital.