Rangel Sostmann también mencionó que el uso de plataformas tecnológicas durante las clases es una inversión que puede ayudar a aminorar las tasas de deserción en alumnos de nivel bachillerato y universidades. “Son una forma de subsanar las deficiencias del sistema educativo de los países de Latinoamérica y es más barato que perder al 40% de los estudiantes”.
Acerca de las preocupaciones que pueden surgir por el hecho de que la automatización de ciertos procesos de la enseñanza sustituyan a los profesores, el académico resaltó que sucedería lo contrario, pues las herramientas se enfocarán a mostrar los contenidos, mientras los maestros tienen un mayor acercamientos con los alumnos, incluso para ayudarlos en asuntos emocionales.
“Tienen que transformar su manera de pensar y no sentirse agredidos por la tecnología, pues existen diferentes formas de enseñar. Incluso el uso de las herramientas les dan mayor valor”, detalló Sostmann.
Por otra parte, el experto en innovación para la educación resaltó la importancia de la inversión en el desarrollo de zonas con difícil acceso a la tecnología, pues de no ser así, “sólo se separan más las brechas sociales y educativas (...) Si no educas a los de atrás, la sociedad se va separando entre los que saben y los que no saben, lo cual eso crea un sistema no sostenible”.