Más que cualquier otra cosa, el episodio puso de manifiesto cuán vulnerables son los suministros de alimentos a la amenaza de ciberataques.
Y no se limita solo a la carne. Casi todos los puntos de la cadena de suministro de alimentos se encuentran ahora interconectados con procesos digitales, y la automatización también ha aumentado transversalmente. Casi todo en el sector, desde los sistemas informáticos que controlan el ausentismo de los trabajadores en las fábricas de producción masiva hasta los sistemas de software que se han integrado a los tractores que atraviesan los campos de maíz del Medio Oeste, se ha digitalizado.
Además, gran parte de la producción de alimentos se encuentra ahora extremadamente concentrada en manos de unos pocos actores importantes. Ese es especialmente el caso en Estados Unidos, pero también está sucediendo cada vez más en otras partes del mundo. JBS, por ejemplo, pasó de comenzar en 1953 como un matadero individual en Brasil a convertirse en una potencia que ahora es el mayor productor de carne del mundo a través de una serie de enormes adquisiciones corporativas.