The Legend of Zelda: Skyward Sword HD, el origen de la leyenda mejora en Switch

Para los amantes de la saga no hay mucho que decir, porque seguramente ya jugaron este título en las consolas en donde se publicó con anterioridad (Wii y Wii U). Quizá un punto destacado tanto para los experimentados como para los nuevos es gozar de su diseño de niveles, pues las dinámicas dentro de las mazmorras llevan a un siguiente nivel esta característica de la franquicia.

Además, quienes ya tuvieron un acercamiento con las versiones anteriores, van a experimentar una historia más fluida, pues Fay, el espíritu que habita en la Espada Maestra, no estará interrumpiendo tan constantemente para apoyar al jugador como lo hizo en las ediciones pasadas. En este sentido, incluso es posible eliminar las escenas narrativas, pero no es algo recomendable si se quiere disfrutar de una de las historias más elaboradas de The Legend of Zelda.

Para los jugadores cuyo primer acercamiento a la serie fue Breath of the Wild, la experiencia será completamente diferente, pues Skyward Sword se apega a la fórmula lineal de la saga, por lo que la exploración a lo largo de campos vastos no será un elemento que figure durante el juego.

Además, las mazmorras en este título son más desafiantes que los niveles cortos presentados en Breath of the Wild. Se apegan más a lo que la saga nos tenía acostumbrados, pero introduce el uso de diversas herramientas para resolver los rompecabezas en más de una manera.

El aspecto primordial de su jugabilidad será la opción de usar los Joy-Con como escudo, espada y arco, tal y como lo pretendió Miyamoto en aquella presentación. Además, la sensibilidad en la tecnología de control de movimiento de los mandos de Nintendo Switch mejora la experiencia, pues se siente como si en verdad se empuñara la Master Sword.

Durante mi experiencia inicial con los controles de movimiento tuve algunos problemas y me pareció un poco frustrante enfrentar a los enemigos iniciales aun cuando pasé por un nivel de entrenamiento, pero conforme libras batallas comprendes el mecanismo para atacar y se convierte en un asunto más sencillo y divertido.

Además, es posible recalibrar el movimiento con el botón Y, lo cual es algo funcional para evitar perder algún enfrentamiento. He de mencionar que sólo tengo un par de Joy-Con y en la mayoría de juegos uso el Pro Controller, pues mis mandos tienen el problema del drift, que consiste en que el personaje se mueva sin haber accionado la palanca.

En este sentido es relevante la opción de usar un mando tradicional, los Joy-Con acoplados a la consola o una Nintendo Switch Lite. Al jugar de esta forma no sentí una gran diferencia y considero que es una buena respuesta para quienes prefieran jugar en modo portátil, porque si bien resta a la experiencia que busca el juego, no va en detrimento a la historia.

En el apartado gráfico, Skyward Sword destaca como remasterización, pues su resolución alcanza la alta definición, aunque eso no significa que dé un salto cualitativo en cuanto a texturas. Sin embargo, su estilo artístico ayuda a que lo anterior no sea un punto negativo, pues da un aspecto de ser una pintura en acuarela, lo cual es muy agradable de ver.

Otro de los puntos que se disfrutan mucho de este juego es su música. Si bien The Legend of Zelda es conocida por canciones memorables, este título no falla en ese rubro y, de hecho, se destaca pues la banda sonora está orquestada y es algo que fácilmente se percibe.

Aunque la polémica del amiibo de Zelda fue un aspecto que hizo enojar a los jugadores antes de que el título saliera a la venta, pues permite viajar de las tierras inferiores al cielo desde cualquier parte, la realidad es que no es un elemento que reste en cuanto a experiencia jugable para quienes no lo hayan comprado.

En conclusión, Skyward Sword es un juego divertido debido a las características de los controles de movimiento y sus elaborados niveles. Por lo tanto, quienes no sean fanáticos de la franquicia pasarán un gran momento jugándolo, mientras que para aquellos que son fieles seguidores de Link, éste es un título fundamental.