Las regulaciones en torno a la industria de los videojuegos en China ya están generando impactos económicos en algunas de las compañías más relevantes de este sector en ese país, como Tencent y NetEase, las cuales perdieron más de 60,000 millones de dólares de su valor, debido a los temores de los inversores ante la regulación.
El miércoles, el Departamento de Publicidad del Partido Comunista Chino, el Ministerio de Cultura y Turismo y la Administración del Ciberespacio de China convocaron a varios ejecutivos dentro de la industria para dar instrucciones en torno a romper su “enfoque solitario” en las ganancias, además de evitar que los menores se vuelvan adictos a los juegos.
Durante la reunión, el gobierno pidió que la aplicación de las regulaciones anunciadas la semana pasada sobre que los menores de 18 años no podrán jugar más de tres horas a la semana por internet no fueran laxas e incluso anunció que se detendrá la aprobación de nuevos títulos en línea.