Durante la administración de Donald Trump, el interés de que una empresa estadounidense adquiriera TikTok era muy grande, pues se argumentaba que representaba un riesgo para la seguridad nacional. Microsoft surgió como un posible comprador, pero este periodo fue uno de los “más extraños” para Satya Nadella.
En agosto de 2020, la compañía anunció que estaba en conversaciones con el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para comprar partes de TikTok a su empresa matriz, ByteDance, después de incluso haber planteado su prohibición.
La forma en que buscaban adquirir fragmentos de la compañía, de hecho, fue algo que complicó su adquisición, pues Microsoft no hizo una oferta por la plataforma, sino que pujó por la parte de TikTok en cuatro países: Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, lo cual implicaba dividir una red social en regiones, algo que nunca había sucedido.