Si bien hasta el momento no existe una fecha oficial para la realización de esta feria de videojuegos, se esperaba que el evento volviera al plano presencial este año, pero la propagación de la variante ómicron y el hecho de que se convirtiera en la dominante en Estados Unidos hicieron desistir a los responsables.
Cabe mencionar que analistas como Jason Schreier, periodista especializado en videojuegos, informó que desde noviembre del 2021, la ESA ya había desistido de llevar a cabo la edición presencial del evento, pues ni siquiera habían anunciado las fechas en que se realizaría, un dato de suma importancia para la planificación de los medios.
El hecho de no llevar a cabo el evento de manera presencial representa un impacto económico para Los Ángeles, ciudad en donde se realiza, pues según datos de 2019, el último año en que se llevó a cabo, hubo poco más de 66,000 asistentes y se generó trabajo para más de 4,000 personas, lo cual generó ingresos estimados de 88 millones de dólares.
Y a pesar de que el año pasado demostró que muchas de las grandes empresas de videojuegos pueden vivir sin el E3, pues tienen un gran poder de convocatoria para sus presentaciones en línea, quienes se ven más afectados por estas decisiones son los desarrolladores independientes, pues no cuentan con un espacio de exposición.