Sin embargo la plataforma se enfrenta a una reacción violenta de la comunidad médica, tanto porque usó los nombres de los médicos (incluido el de Lee) sin permiso, como porque en realidad no tiene licencia como servicio de telemedicina.
Eso significa que sus médicos no pueden legalmente hacer diagnósticos, escribir recetas ni dar consejos médicos personalizados a nadie que compre un NFT MetaDocs.
Según un informe técnico, el costo de preventa de un activo de este tipo será de 0.2 ethereum, alrededor de 570 dólares, aunque la compañía aún no ha determinado un precio exacto. Pero, ¿por qué alguien pagaría cientos de dólares por una caricatura para poder "preguntarle cualquier cosa a un médico" si no está buscando algún tipo de consejo médico?
Consultas médicas en NFT, ¿son confiables?
Usar Google para identificar si algunos síntomas y saber si es necesario ir al médico es una actividad que se ha vuelto usual para los usuarios, sin embargo esta práctica puede tener problemas en cuanto a la precisión de la información que los usuarios consultan. De acuerdo con un estudio de Eurostat, hay países donde se confía más en la información que encuentran en la web que en la asistencia de un profesional.
Si este tema ha sido cuestionado por la industria médico, el tema que pone en la mesa MetaDocs podría ser una solución para tener una consulta más certera. Sin embargo vale la pena señalar que el costo que pagarían los usuarios por una consulta privada real sería menor, por lo que la brecha de acceso a este tipo de información y opciones es menor.
“Lo que ofrecemos es conectar a las personas con estos médicos por la cantidad que quieran pagar para hablar o conectarse con médicos”, dijo a BuzzFeed, la fundadora de MetaDocs Sina Joorabchi.
Sin embargo la polémica sobre la veracidad de los médicos detrás de los avatares es un tema que los usuarios deben considerar a la hora de hacer una consulta a través de este tipo de portal.
La importancia de acudir a un médico
Una encuesta de JAMA Network de 2021, hecha a 5,000 participantes, encontró que casi dos tercios de los adultos estadounidenses se conectan en línea para buscar información de salud para ellos mismos o para otros, lo que además devino en más automedicación.
Además, examinar este tipo de información sin tener apoyo de un especialista puede contribuir a un caso grave de cibercondría, una temor irracional sobre los síntomas comunes en aquellos pacientes que no tienen una enfermedad grave. Por ello es importante que los usuarios tengan alfabetización en salud electrónica.