En el primer trimestre de 2022, Xiaomi registró su primera disminución de ingresos debido a asuntos relacionados con los efectos de la pandemia de COVID-19, lo cual representa un golpe relevante en su competencia con Samsung y Apple por la participación en el mercado global de teléfonos inteligentes.
Según las cifras reportadas por la compañía china, entre enero y marzo tuvieron ventas de 10,900 millones de dólares, es decir, un 4.6% menos que el mismo periodo del año anterior. Entre las explicaciones de este tema se encuentran las dificultades del mercado doméstico a causa de las cuarentenas en fábricas desde Shanghai hasta Beijing.
Las medidas de bloqueo ante el virus dentro de China han perjudicado a la empresa tanto en la demanda minorista como en las cadenas de suministro. A nivel mundial, este tema también ha tenido impacto en la disminución de la confianza del consumidor, aunado a los diversos conflictos geopolíticos en el mundo y a la escasez de componentes.