Raúl Torres es uno de los taxistas concesionados que trabaja en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Lleva 19 años en el oficio y comenta que, tras el anuncio de que los usuarios no pueden abordar vehículos de plataformas digitales como Uber o Didi , por fin hay “piso parejo”.
Parte de los servicios que ofrece el AICM son los espacios para el abordaje de taxis autorizados, que son acreditados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y regulados por el aeropuerto para la prestación del servicio. Solo para solicitar este permiso a la SCT, se requiere una amplia documentación y un pago de 4,320 pesos, sin mencionar los otros papeles y pagos que tienen que hacer para operar.
“A nosotros nos piden licencia federal, un examen médico, un curso, tarjetón, un montón de cosas más y a ellos nada. No es justo que ellos vengan y carguen aquí igual que nosotros”, comenta Torres.
Por otro lado, Gerardo Ramos trabaja en ambas plataformas: Uber y Didi. Menciona que uno de los problemas es que éstas no informan a los conductores que está prohibido recoger en ciertas zonas.
“Yo apenas llevo un mes en estas plataformas y no sabía que no podíamos cargar en el aeropuerto hasta que un familiar me dijo. Es más, si voy allá me van a empezar a salir viajes para que los acepte y yo decido no tomarlos”.
Cuando Ramos deja a un pasajero en el AICM, menciona que lo que hace es salirse de la aplicación y de la zona. Una vez que está fuera, se vuelve a conectar. Esto porque, de lo contrario, las plataformas le hacen penalizaciones mínimas por rechazar viajes.